Putin amenaza a Suecia y Finlandia sobre su adhesión a la OTAN

Putin amenaza a Suecia y Finlandia sobre su adhesión a la OTAN

Vladimir Putin, presidente de Rusia, quiere seguir siendo el centro de atención en el que se sigan fijando los gobiernos europeos.

Después de invadir Ucrania, tras negar que lo haría, con la excusa de “proteger a las personas que han sido objeto de abusos”, ahora amenaza.

Lo hace a Finlandia y Suecia, advirtiendo de que la adhesión de estos países a la OTAN comportaría “graves repercusiones político militares”. Exigiría “una respuesta” rusa.

El ex agente del KGB ha silenciado a cualquier opositor interno, como está haciendo ahora a ciudadanos rusos que se manifiestan contra la invasión.

A Aleksei Navalni lo envenenó con Novichok, pero no pudo con él porque se recuperó en Alemania. En cambio, lo secuestró con la falsa acusación de violar repetidamente los términos de una sentencia por fraude de 2014 y la libertad condicional.

Tampoco pudo con el ex agente doble Sergei Skripal, aunque lo intentó con iguales métodos.

Putin es un mafioso y se comporta como tal. El falso argumento para condicionar las adhesiones a la OTAN porque atentan contra la seguridad de Rusia es una pura patraña.

El ex agente del KGB sólo tiene ambición zarista y trata de recomponer el imperio de la URSS, de la Gran Rusia. De ahí que cualquier movimiento cerca de sus fronteras le lleve a amenazar, como hizo con Ucrania.

De momento, le ha salido bien por la escasa, casi nula, reacción de occidente. Lo dijo bien claro Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania: si los aliados occidentales no hacen nada, tendrán al gigante a sus puertas.

Ahora, Putin llama directamente a la puerta de dos países claramente occidentales, Finlandia y Suecia, ambas miembros de la Unión Europea. Pero la UE no tiene ejército.

Putin recibiría una respuesta de la OTAN si ataca a Rumanía o Polonia

No pudo evitar las adhesiones de Polonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Eslovaquia, Letonia, Estonia, Lituania, Hungría, Albania o Croacia.

Por eso, de momento no se atreve con Polonia o Rumanía, las que tiene más a mano en este momento en que controla Ucrania.

Recibiría una respuesta inmediata de la OTAN porque ambos países son miembros de la Alianza. Por eso se atrevió con Ucrania, porque no lo es.

En unos casos porque todavía no era presidente –lo es desde 2012— y en otros porque no podía exhibir músculo militar. Ahora se permite el lujo de amenazar a Finlandia y Suecia.

La persona encargada de lanzar las amenazas fue Maria Zajarova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

Se da la circunstancia de que ambos países recibieron la invitación para participar, como observadores, en la cumbre extraordinaria de la Alianza Atlántica.

Asimismo, ambos países manifestaron su apoyo al Gobierno de Ucrania y contra la invasión rusa.

Así, Zajarova, como buena lacaya, señaló que “Finlandia y Suecia no deberían fundamentar su propia seguridad en el daño a la seguridad de otros países”.

Es en ese punto cuando lanzó la amenaza. “La adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN […] tendría serias repercusiones político-militares que exigirían una respuesta de nuestro país”. Blanco y en botella. A Putin le trae sin cuidado el Derecho Internacional y las soberanías nacionales ajenas.

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