En opinión de Angela Merkel, canciller de Alemania, la decisión de Twitter de cerrar para siempre la cuenta de Donald Trump, todavía presidente de Estados Unidos, es “problemática”. En cierta medida, sostuvo, eliminar mensajes de odio en las redes sociales choca con la libertad de expresión.
Steffen Seibert, portavoz del Gobierno alemán, ha trasladado la opinión de la canciller alemana, señalando que “lo correcto” debería ser que se establezca “un marco” en el que regular el uso de las redes sociales. Un papel que corresponde al Poder Legislativo.
Así, apuntó que únicamente los legisladores pueden poner límites a derechos fundamentales. No obstante, admite que las empresas deben velar para que la comunicación política no se utilice para incitar al odio.
Twitter justificó el cierre de la cuenta de Trump precisamente por el “riesgo de incitar a la violencia” que existe. Lo hizo después de los mensajes lanzados por el presidente estadounidense antes y durante el asalto al Capitolio.
Ya había suspendido su cuenta durante doce horas tras el ataque con la misma justificación, que existía riesgo de incitación a la violencia. Entonces, borró los mensajes lanzados por Trump.
Tras esas doce horas de suspensión, el mandatario envió un mensaje grabado en vídeo condenando el asalto. Habían pasado más de treinta horas desde entonces e insistió en el fraude electoral.
De modo parecido han actuado Instagram y Facebook, que ampliaron el veto a Trump por lo menos hasta que termine su mandato.
La reacción del todavía jefe del Estado estadounidense no se hizo esperar. A través de la cuenta oficial de la Presidencia acusó a la red social de “silenciar” a él y a sus votantes. La misma acusación arrojó contra los demócratas.
La propia plataforma de inmediato esos mensajes, que la Casa Blanca publicó a continuación a través de su servicio de prensa. Así las cosas, volvió a acusar a Twitter de “ir más y más lejos” para “prohibir la libertad de expresión”.
La red social explica que el anuncio hecho por Trump de no ir a la proclamación de Joe Biden el próximo 20 de enero convierte al evento en un “objetivo seguro”, si se planean actos violentos, ya que el presidente saliente no estará. Sí confirmó su asistencia Mike Pence, vicepresidente del Gobierno del todavía presidente.
Por ese motivo, y al considerar los tweets de Trump uno de los detonantes de los sucesos vividos el pasado miércoles, decidió la suspensión definitiva de la cuenta del magnate neoyorquino.
Además, alertó de que en otras redes sociales partidarios de Trump han empezado a promover un segundo ataque para el día 17.