¿Puede el Barça quejarse de los árbitros?

¿Puede el Barça quejarse de los árbitros?

Valverde indignado por el arbitraje de Mateu Lahoz, pero…
No. No tiene motivos de queja. En la mayoría de las acciones conflictivas en los últimos cinco partidos disputados por el Barça, los de Valverde se han visto claramente favorecidos, y en este, también. En el encuentro que enfrentó a Las Palmas y al Barcelona, antepenúltimo, de momento, y primero en la clasificación de LaLiga, respectivamente, es cierto que los azulgrana pudieron verse perjudicados por dos decisiones arbitrales de Lahoz, pero claramente discutible su trascendencia. En una de las acciones, el guardameta del equipo canario, Chichizola, sale del área y despeja, mal, un balón en carrera, resbalándose, lo que provoca que el balón salida rebotado e impacte en su mano, en un gesto, según algunos analistas deportivos, claramente natural en su caída por la posición del brazo. Como mucho habría sido motivo de tarjeta amarilla y no expulsión directa como reclamaba Valverde y, cómo no, Piqué desde fuera del terreno de juego, además de otros analistas. En cualquiera de los casos, la jugada habría quedado desactivada y Suárez, con quien Chichizola pugnó por el esférico, no habría podido continuar en solitario hacia el portal contrario.
Otra jugada polémica fue el penalti pitado contra el Barcelona por mano de Digne, después de un remate de Aguirregaray que rebotó en el poste y rozó el brazo del jugador blaugrana. No fue merecedor de tarjeta amarilla porque, según Lahoz, no hubo intencionalidad, pero hubo mano y penalti. De nuevo la polémica estaba servida y hay quienes, al no existir intencionalidad no debió sancionarse con la máxima pena, y quienes, a pesar de esa falta de intención aplauden que se castigara la acción. Cabe recordar muchas otras jugadas en las que el o los defensas, con el brazo pegado al cuerpo, reciben el impacto del balón en su extremidad y se pide mano. Cuanto más cuando Digne, en esta ocasión tiene claramente extendido el brazo aunque no quisiera desafiar la trayectoria del esférico.

Mano de Iniesta y penalti
¿Y por qué no tiene el Barça motivo de queja? Porque hubo otra jugada en la que sí debió pitarse penalti y, en cambio, se vio beneficiado. En una de las jugadas dentro del área blaugrana, Andrés Iniesta, corta con el brazo un pase al área de Aguirregaray, saca el codo y desvía la trayectoria del balón. Penalti. Intencionado o no, la mano de Iniesta es clara y, aplicando el mismo criterio que adoptaría posteriormente Lahoz en la jugada del penalti que sí pitó, debería haber señalado él punto a los once metros. No lo vio o no lo estimó así, o se lo perdonó. La cuestión no es si el Barcelona tiene motivos para quejarse de los árbitros. Son lances del juego y el fútbol tiene errores y aciertos. Ayer fui a disfrutar de un partido de fútbol base en categoría Benjamín. El equipo local jugó como nunca y perdió como siempre. Dos errores arbitrales determinaron el resultado. Así es el fútbol… y no hay que olvidar que sólo es fútbol.

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