Los pagos en metálico podrían tener los días contados si sale adelante la proposición no de ley que ha registrado el PSOE en el Congreso. La propuesta defiende “la eliminación gradual del pago en efectivo, con el horizonte de su desaparición definitiva”.
Sin embargo, no se pretenden “cambios legales a corto plazo”, apuntan fuentes socialistas, sino que están dispuestos a negociarlo.
Mientras que Hacienda reconoce que tienen intención de plantear una rebaja de 2.500 a 1.000 euros de los pagos en metálico, desde Aproser, la patronal del transporte de efectivo, critican la decisión.
El departamento que dirige María Jesús Montero lo enmarca en la lucha contra el fraude. Aproser, por su lado, señala que el metálico es el único medio de pago público y suprimirlo sólo favorecería a las firmas de medios electrónicos.
El debate está servido más aún con la llegada del coronavirus. La Xunta de Galicia, la primera Comunidad que entra en la “nueva normalidad”, aconseja “pagar con tarjetas para evitar el efectivo”.
Por contra, los bancos centrales de todo el mundo están intentando demostrar que los billetes no retienen más el virus que el plástico de una tarjeta. En realidad, lo que hay detrás es que el dinero en metálico es el instrumento más común del fraude fiscal.
En su propuesta no hay límites a los pagos en metálico
Desde el PSOE insisten en que sería una medida enmarcada precisamente en la lucha contra la evasión fiscal mediante el dinero negro. No pretenden reformas legales a corto plazo, dicen, y de ahí que no haya límites a los pagos en metálico. Sin embargo, no aportan más detalles en el texto de la propuesta.
No es nueva esta pretensión. En cambio, ante el crecimiento del uso de las tarjetas y el avance de la digitalización de los servicios bancarios durante la epidemia, los socialistas decidieron, dentro de un plan para aumentar la recaudación fiscal, registrar la proposición no de ley.
Ya a principios de 2019 el PSOE intentó reducir el límite de los pagos en efectivo entre profesionales de 2.500 a 1.000 euros, sin éxito. Fuentes del Gobierno indican que probablemente se vuelva a proponer.
En su momento, Hacienda justificó esta medida porque se alineaba con los avances tecnológicos en medios de pago. Se seguían las tendencias internacionales en la lucha contra el fraude fiscal y, además, se aplica en países vecinos como Portugal y Francia. Se defiende asegurando que el límite de 2.500 euros nunca ha sido motivo de queja por parte de los colectivos afectados.
Para Aproser no hay relación directa con la economía sumergida
La Asociación de Compañías de Servicios de Seguridad (Aproser), que engloba a casi todas las firmas de transporte de efectivo, trae a la memoria que en Suecia se intentó eliminar los pagos en metálico y el resultado fue negativo.
“Ahora están imponiendo a las entidades financieras la aceptación del efectivo ante las graves consecuencias sociales del proceso de gradual eliminación de su disponibilidad”, explican.
En lo referente a mejorar el sistema tributario y la lucha contra el fraude, esta patronal insiste en que “no existe una vinculación directa entre los porcentajes de utilización del efectivo y los niveles de economía sumergida. Alemania es el país con mayores niveles de uso del efectivo y, al mismo tiempo, una economía modélica en cuanto a sus niveles de fraude”.
“La eliminación del efectivo incide en los sectores de la población más vulnerables, como la población no bancarizada, para los que el dinero en efectivo garantiza su participación e inclusión en la sociedad”, señalan.
“Personas de mayor y menor edad, con necesidades especiales, habitantes del medio rural, migrantes y, sobre todo, aquellos con rentas más bajas y en riesgo de exclusión”, añaden. En esa misma línea va la proposición no de ley que Vox registró la semana pasada en el Congreso para aconsejar los pagos en metálico.
Las operaciones en efectivo suponen menos del 50% del volumen total de dinero
Por su lado, Loomis, que controla cerca del 45% del transporte de efectivo, explica que “hoy es un recurso para pequeñas transacciones cotidianas de particulares con importes bajos como confirman las estadísticas oficiales”.
Estos datos señalan que el 75% de las operaciones se hacen con dinero efectivo, pero representan menos del 50% del total de volumen de dinero. “La lucha contra el blanqueo de capitales tiene el foco puesto en criptomonedas, paraísos fiscales, sociedades pantalla y transacciones bancarias irregulares, no en los billetes y monedas”.
Con todo, es creciente el número de empresas y profesionales que creen que el pago en metálico y las operaciones en efectivo desaparecerán en España en 2030.