El PSC gana en una Cataluña ingobernable

El PSC gana en una Cataluña ingobernable

Los casi seis millones de catalanes llamados a las urnas tuvieron en sus manos deshacer, si querían, el empate con el que llegaron PSC, ERC y Junts.

Los sondeos coincidían en una triple igualdad, escaño arriba o abajo, de las tres formaciones, con independencia de quien se hiciera con el mayor número de votos.

Así, los votantes hablaron depositando su voto o absteniéndose en las elecciones autonómicas más atípicas de la historia de Cataluña. El bloqueo, a la vista de los resultados, se nos antoja inevitable.

Salvador Illa, el candidato del PSC, no ha conseguido sacar todo el jugo que podría haber sido posible al llamado ‘efecto Illa’. Los 33 diputados que habría logrado, con casi el 99% escrutado, no son suficientes para imponerse a su directo rival por la izquierda: ERC. Pero, eso sí, gana claramente en número de votos, más de 40.000 votos más que los republicanos.

Tampoco por la derecha neoconvergente, donde Junts, bajo el liderazgo de Carles Puigdemont y su mujer de paja Laura Borràs, ocupa un espacio demasiado grande. 32 escaños certifican que el independentismo de derechas no es el preferido de los independentistas catalanes.

A falta de proclamar los resultados definitivos, éstos son los siguientes. ERC habría logrado cerca de 600.000 votos, lo que le valdrá para sentar a 33 diputados en el Parlament.

Siguiendo por el lado independentista, Junts se habría hecho con casi 570.000 sufragios, lo que le otorga 32 escaños en el Parque de la Ciudadela. Son dos menos que en 2017.

La CUP ha sido uno de los más beneficiados por las disputas por el liderazgo del independentismo al conseguir 9 diputados, cuando hasta ahora tenía 4.

Todos los sondeos pronosticaban la desaparición parlamentaria de la otra versión de la postconvergencia, el PDeCAT. Habría obtenido el respaldo de miles de votantes catalanes, lo que no le vale para, efectivamente, mantener representación en el Hemiciclo.

En Comú Podem, entre dos aguas, conserva sus 8 escaños y se convierte, en cierto modo, en una especie de pieza clave de la gobernabilidad. Dependerá de los pactos, si los hay, de unos y otros.

El constitucionalismo del PSC gana, pero el independentismo sube

Al lado constitucionalista, el PSC prácticamente casi duplica su hasta ahora representación (17). Sin embargo, el resto de formaciones de ese arco impide que pueda formar un Gobierno contrario a la independencia.

Por otro lado, como se pronosticaba, nos vamos al lado extremo, Vox irrumpe en el Parlament. Y lo hace con un resultado histórico que deja en muy mal lugar al PP. La ultraderecha consigue sentar a 11 parlamentarios, frente a los 3 de los populares.

Para terminar, reseñar el desplome de Cs, que pasa de los 36 diputados de las elecciones de 2017 a 6. Una debacle similar a la sufrida a nivel nacional.

Con estos resultados, es difícil aventurar lo que va a pasar. Pese a la victoria del independentismo, no está claro que ERC y Junts se pongan de acuerdo después de una legislatura convulsa.

Tampoco está claro que la CUP vaya a apoyar un Govern del que pudiera formar parte un ERC cuyo líder ha renunciado a la independencia por la vía unilateral. Junts apuesta por ella, lo que a los cupaires les vale. En cambio, el radicalismo tampoco suma.

Ahora se antoja un pacto complejo pero no del todo imposible. Podría darse una mayoría de izquierda que gobernara en Cataluña. La mayoría se tendría más que sobrada. En cambio, el pacto ‘anti-Illa’ deja casi descartado un Govern PSC-ERC-En Comú Podem.

Los republicanos deberían calcular qué peso tienen en su electorado los anti-PSC, porque ése será el coste que tendrá.

Ahora bien, existe otra opción para un Gobierno de izquierdas. ¿Qué pasaría si los comuns apoyaran a ERC e incluso formaran Gobierno con el apoyo externo del PSC? Todo pasaría por pactarlo con los socialistas y Sánchez tendría a Junqueras en una tenaza. Vamos, como ahora sucede, al revés, en el Gobierno de España.

En cualquiera de los casos, vienen tiempos de incertidumbre, con una epidemia por terminar de superar y una recuperación económica en ciernes. Veremos.

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