Este sábado, los pensionistas han vuelto a salir a la calle en varios puntos de España para defender los derechos y las pensiones públicas.
Según Damián Rodríguez, portavoz de la Coordinadora Estatal Pensionistas, “las leyes que se intentan desarrollar introducen reformas negativas para la ciudadanía”.
Además, aseguran que las pensiones están “sufriendo un ataque brutal por parte del capitalismo”. En esa línea se ha expresado José Antonio García del Merlo, secretario general de la Confederación Territorial Madrid-CLM-Extremadura de la CGT.
Así, la manifestación de pensionistas habría reunido en Madrid a unas 1.500 personas, según la Delegación del Gobierno.
La jornada de protestas es la continuación de otra que llevaron a cabo el pasado 15 de octubre en Madrid. Ahora se ha extendido a otros puntos de España.
De este modo, sostiene Damián Rodríguez, estas protestas pretenden que no se pierdan más derechos. “Pedimos defender los derechos y las pensiones públicas; recuperar el poder adquisitivo de pensiones y salarios; la desaparición de la brecha de género; y medidas que garanticen que el IPC real sea subido para no perder poder adquisitivo ante las circunstancias de emergencia social del país”, ha desgranado.
A ese respecto, defendió que los políticos intentan “escapar de la presión de la calle”, pese a “un panorama económico muy turbio”.
Asimismo, ha reprochado a las grandes compañías su futuro esplendoroso y que tengan un presente “extraordinario”.
En ese sentido, remarcó que “ya está bien de tanta ganancia de los buitres leonados, de la banca y entidades privadas. Pedimos que el Gobierno posibilite mantener las condiciones del estado del bienestar del que hemos gozado en los últimos años”, concluyó.
Lo que tenemos es que la realidad no es el resultado de la coincidencia de los hechos con la verdad sino la interpretación que la gente hace de esta según sus creencias. Lo que permite, en un mundo ignorante, construido sobre el adoctrinamiento de una propaganda hegemónica prevista para el caso, que el miedo a perder lo poco que le dejan a la mayoría, (el 20% más rico acapara el 80 % de la riqueza mientras que el 80% más pobre se reparte el 20% que queda) fundamente la confusión de comunismo con totalitarismo, como si lo uno y lo otro fueran ligados y el ultimo no tuviera sitio en ese otro que manejando el proceso confunde liberalismo con capitalismo y, a su vez, el primero con el neoliberalismo (este último la subversión en el tiempo del intento de corregir, según el Coloquio de Lippman, la deformación ultra-liberal de laissez-faire que había explotado en 1929) y que ocupa su sitio desde las satrapías árabes al imperialista económico, que apátrida y asocial, cual isla de piratas sin ley, se refugia en paraísos fiscales y están en manos de multinacionales ajenas a la idea de Estado y Patria, desde donde van a por vuestras pensiones.
Miles de millones de euros gastados en propaganda para conservar un privilegio que permite orientar los objetivos fundamentales de la economía a favor de una clase que dicen que no existe -¿Qué es un rico? Le preguntan a quien se tiene que ganar la vida de su trabajo, mientras proclaman y el fin de la historia de Fukuyama, para secuestrar, como explica Susan George, el pensamiento de la mayoría, proponiendo que el problema es que somos demasiados y demasiado poco productivos para que el miedo a perder lo poco que les dejan gaste su energías en la defensa de un delirio que solo su machacona propaganda adoctrina en la mente la gente enervando los ánimos y agitando los fantasmas del fracaso.
En Barcelona también salimos a la calle 5.000 personas que nos manifestamos desde la puerta del Banco de España, hasta la Plza. S. Jaume https://twitter.com/i/status/1593948979322314752