Más de un millón de refugiados ucranianos han huido del país desde que comenzó la invasión de Ucrania por parte de Rusia, a la orden de Putin.
Es la cifra que ha puesto sobre la mesa el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Ante esa oleada de refugiados ucranianos, la Unión Europea es el territorio seguro más cercano.
Por esa razón, los Veintisiete han acordado este jueves conceder automáticamente a los desplazados ucranianos una protección temporal.
Gracias a ella, podrán viajar con total libertad dentro de las fronteras de la UE. Asimismo, instalarse en cualquiera de los Estados miembro, trabajar y acceder a asistencia médica.
Se trata de un “acuerdo histórico en la reunión de ministros de Interior. La Unión Europea concederá una protección temporal a quienes huyen de la guerra en Ucrania. La UE está unida y es solidaria”.
Son palabras, en redes sociales, de Gérald Darmanin, ministro del interior de Francia, que ejerce la presidencia rotatoria del bloque comunitario.
También Ylva Johansson, comisaria de Interior, ha saludado el acuerdo con un mensaje en Twitter, con idénticas palabras que Darmanin. No obstante, no precisa el contenido de lo consensuado.
Fue, precisamente, Johansson quien planteó la necesidad de garantizar una protección automática e igualitaria a todos los desplazados residentes en Ucrania. Ello, con independencia de que fueran nacionales o inmigrantes residentes en ese país.
Sólo para refugiados ucranianos nacionales
Sin embargo, en las negociaciones se han introducido algunos cambios. Así, se establece un trato diferenciado a los no ucranianos. Por tanto, la protección temporal en todo el bloque comunitario será sólo para los refugiados ucranianos.
También, para apátridas o refugiados que ya tenían protección internacional, señalan fuentes comunitarias. Se activa durante un año, siendo prorrogable hasta un máximo de tres.
En cambio, los residentes inmigrantes, que inicialmente sí tenían protección inmediata, quedan fuera de la cobertura automática.
Así, cada Estado miembro decidirá si concede dicha cobertura o asigna un “estatus nacional equivalente”.
Por otra parte, aquellos migrantes que llevaban menos de cinco años en Ucrania cuando Rusia inició la invasión pueden cruzar a la Unión Europea.
Sin embargo, el Estado miembro que los reciba tendrá la potestad de deportarlos a su país de origen. Eso sí, siempre y cuando sea de manera “segura y duradera”.
Por último, las enmiendas introducidas matizan que, si no es posible garantizar el retorno seguro y a largo plazo del migrante, se le deberá otorgar un estatus para que pueda continuar en la Unión. Sería el caso de recibir el estatus de asilado o protección internacional.