España y Portugal han presentado una propuesta conjunta a Bruselas que fija un precio de referencia para el gas de 30 euros el megavatio (MWh). El objetivo no es otro que abaratar el precio de la electricidad.
Lo ha confirmado Teresa Ribera, la vicepresidente tercera y ministra de Transición Ecológica, durante su visita a la comarca de El Bierzo (León).
Allí presentó el proyecto ‘La Térmica Cultural’ en las instalaciones de la central térmica de Compostilla I.
La ministra afirmó que se trata de una propuesta conjunta formulada por ambos gobiernos y sujeta a la negociación con la Comisión Europea.
Así, indicó que se trabaja con Bruselas en la “líneas maestras” de la proposición, estableciendo un sistema de “doble casación”.
De un lado, habría una primera “casación de frontera”, de forma que las exportaciones de electricidad a otros países se retribuyan al precio que corresponda. Es decir, sin un mecanismo de ajuste.
Al tiempo, una segunda casación, en la que ya se introduce dicho ajuste. El pago por encima del coste del gas se asignaría automáticamente al margen de tecnologías baratas, hasta el precio al que se retribuye el gas.
Por tanto, lo que hacen los gobiernos de España y Portugal es proponer el precio ¡”más barato” al que se produciría ese ajuste. Ribera, así, ha confirmado que el precio resultante es el de 30 euros.
De este modo, el precio de la luz se limitaría “en tres o cuatro semanas”. En consecuencia, dijo, “hay que ser pacientes” ya que se necesita de ese tiempo para que “se asiente bien” la propuesta conjunta.
Asimismo, que las “preocupaciones técnicas de buen funcionamiento que puedan existir estén bien reflejadas”.
Por otro lado, la ministra subrayó que el Gobierno de España considera “imprescindible intervenir” para mitigar el coste de la luz.
Al tiempo, agradeció a los demás líderes europeos “el entendimiento” respecto a la ‘excepción ibérica’.