Con la subida media del 3,7% en 2021, el precio de la vivienda libre encadena ocho años consecutivos de alzas, según el Índice de Precios de Vivienda (IPV) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, este porcentaje es un 1,6% superior al incremento de 2020, aunque se mantiene por debajo del ritmo de subidas registrado antes de la epidemia.
Según los datos, entre 2008 y 2013 el precio de la vivienda libre cayó con diferente intensidad en términos anuales. Se registró un descenso del 1,5% en 2008, mientras que en 2009 caía un 6,7%.
La contracción en 2010 fue más moderada, del 2%, frente al 7,4% de 2011, el 13,7% de 2012 y el 10,6% en 2013.
Sin embargo, a partir de 2014 el precio de la vivienda libre volvió a tasas positivas, repuntando, de media, un 0,3%. Vino de seguido una aceleración en las subidas, que en 2015 se tradujo en hasta el 3,6%.
Asimismo, en 2016 subió un 4,7%, por el 6,2% de 2017 y el 6,7% en 2018. Dicha aceleración de los precios se frenó en 2019 y 2020, con unas subidas del 5,1% y el 2,1%, respectivamente.
En general, el precio de la vivienda nueva aumento una media del 4,6% en 2021, su menor subida desde 2014, año en que se incrementó un 0,9%.
Por su lado, el precio de la vivienda de segunda mano se aumentó un 3,6% el pasado año. Es decir, más de dos puntos porcentuales de cómo lo hizo en 2020, cuando la subida fue del 1,4%. Sin embargo, queda por debajo del alza de 2019, cuando se incrementó un 4,7%.
Así las cosas, ambos segmentos acumulan ocho años de subidas.
Dicho esto, en el cuarto trimestre de 2021, el precio de la vivienda libre aumentó un 6,4%, comparando con el mismo periodo del año anterior. Se trata de la mayor subida desde el cuarto trimestre de 2019.
Además, supone un incremento de más de dos puntos porcentuales respecto al trimestre anterior y 31 trimestres consecutivos de subidas.