Ambas formaciones coincidieron en la manifestación celebraba contra la interrupción del embarazo en Madrid de hace unas semanas.
No es casual que PP y Vox coincidieran en la concentración que hace unas semanas recorrió la madrileña calle Serrano contra el aborto y en la que participaron, según la organización, unas 40.000 personas. A ella acudió Teodoro García Egea, secretario general de los populares, y aprovechó para lanzar críticas contra aquellas formaciones políticas que no estaban allí presentes.
“No se entiende que partido es como podemos o el PSOE no estén en esta manifestación porque nosotros defendemos la vida, la maternidad, la conciliación y el futuro de las familias”, dijo. ¿Ironizaba? A preguntas de sí el PP aprobaría una ley de aborto más restrictiva, insistió en que “el aborto no es un derecho, sino un drama”.
No es casual que desde 2009, los gobiernos populares han recortado en Sanidad 21.000 millones de euros, según un informe de la Cumbre Social. Esto repercute directamente en las mujeres que deciden abortar, de forma que este tipo de prácticas legales terminan llevándose a cabo en clínicas privadas o en condiciones poco óptimas y poniendo en riesgo la salud de las mujeres. Egea sostuvo que “el Estado tiene que poner todos los recursos para proteger a estas personas que se encuentran con un embarazo y sin el apoyo de su entorno”. ¿Ironizaba?
No es casual que Lourdes Méndez Monasterio, candidata de Vox por Murcia, también acudiera a la convocatoria para señalar que su apuesta es reducir el número de abortos mediante la derogación de la actual ley de interrupción voluntaria del embarazo y sustituyéndola por una de apoyo a la maternidad. Parece que todos ironizaban en esa concentración.
Una manifestación que se cerró con un sorteo de un viaje entre los asistentes, que ganó una de las jóvenes voluntarias que participó en la organización de la marcha, la lectura de un manifiesto y guardando un minuto de silencio por “todos los niños que no han podido ver la luz”. En el escrito también se hacía referencia a la eutanasia y lo que los convocantes tildaron como “técnicas que destruyen, manipulan y comercian con vidas humanas en cualquier fase de su existencia”.