Después del fracaso de la moción de censura en Murcia, podría llegar a salir adelante en Castilla y León tras la baja en Ciudadanos de María Montero, procuradora en las Cortes castellanoleonesas.
La salmantina se ha pasado al grupo de los no adscritos [Grupo Mixto] y, como hiciera en el Senado de la nación Ruth Goñi, no ha entregado el acta. Estamos a dos días de que se debata la moción que presentó el PSOE y el futuro es incierto en Castilla y León.
Montero no se ha pronunciado acerca del sentido de su voto, pero lo previsible es que sea a favor. Con ello, y después de que Podemos haya confirmado que la respaldará, los socialistas contarían con 38 votos afirmativos. Siempre y cuando se unan otros dos del grupo mixto.
Aun así es insuficiente, puesto que necesitan tres más, hasta los 41 en que se sitúa la mayoría absoluta. Las Cortes castellanoleonesas la conforman 81 procuradores.
Por su lado, Luis Tudanca, líder del PSOE en Castilla y León, sigue manteniendo conversaciones con los naranjas. Entretanto, en Ciudadanos exigen a la procuradora salmantina que entregue el acta, apelando a la Carta Ética del partido. Irónico.
Todo parecía controlado por parte del popular Alfonso Fernández Mañueco, el presidente regional, pero la tormenta interna que vive Ciudadanos parece no acabar. Ahora es en sentido contrario a lo sucedido en Murcia.
Incluso contradictorio. Desde que se registró la moción socialista, el bloque de 12 procuradores en Cortes de la formación liderada por Inés Arrimadas, formaban una piña.
Llegaron a dar una rueda de prensa conjunta trasladando que lo de Murcia en su momento no se iba a reproducir en Castilla y León. Sin embargo, la política tiene estas sorpresas, y vaivenes.
Mientras Montero anunció su baja por “falta de liderazgo” en su grupo parlamentario y de “regeneración”, desde Ciudadanos acusan a Tudanca de querer comprar sus voluntades. Veremos.