Unidas Podemos y partidos independentistas pedían la salida de presos de las cárceles ante un hipotético hacinamiento y para evitar la expansión del coronavirus. Lejos de eso, Instituciones Penitenciarias rechaza que exista ese problema, si bien admite que “no es descartable” volver a confinar a la población reclusa. Los rebrotes empiezan a multiplicarse.
En ese sentido, Ángel Luis Ortiz, secretario general de este organismo, señaló a Europa Press que “no se puede descartar nada”. “También es verdad que antes de llegar al confinamiento total, existen otra serie de medidas que se pueden tomar”. Ya se están adoptando, indicó, “para evitar, precisamente, la restricción masiva de derechos”.
Frente al goteo de rebrotes, Ángel Luis Ortiz se muestra cauto acerca de la evolución de la epidemia. Zuera (Zaragoza), Ocaña (Toledo) y Palma de Mallorca, con un total de seis positivos entre los internos, centraba la atención a principio de semana.
“Las prisiones son un reflejo de lo que está sucediendo en la sociedad libre, empieza a haber rebrotes”, reconoce. “Lo más importante para nosotros es que no nos podemos confiar”.
“Hasta ahora hemos hecho una gestión con mucha cautela y con mucha prudencia. Esa línea de trabajo es la que tenemos que seguir a partir de ahora adaptándonos a cada territorio, a cada prisión”, agrega.
El director general de Instituciones Penitenciarias explicó que durante la primera oleada el confinamiento total de las cárceles permitió que la afectación fuera cuatro veces menor que el resto la sociedad. Ello implicó la suspensión de permisos y comunicaciones.
Las medidas adoptadas en las cárceles españolas son un ejemplo para la OMS
De hecho, la Organización Mundial de la Salud solicitó a España que remitiera todas las medidas y protocolos adoptados. Consideran que “la pandemia en las prisiones se ha gestionado de manera correcta”.
Ángel Luis Ortiz apuntó que “con la experiencia que hemos tenido en los últimos cuatro meses esperamos también saber abordar estos rebrotes”. A ese respecto, añadió que se haría “aplicando la dosis justa de restricción de derechos. No más porque ya partimos de una situación especial que es la privación de libertad dentro de la prisión”.
En cuanto a los hipotéticos problemas de hacinamiento, aseguró que “la situación en las prisiones de España es diferente a la de otros muchos países. En España, afortunadamente, en estos momentos no tenemos ningún problema de hacinamiento”.
Por tanto, remarcó que se tiene “una situación ideal para disponer de espacios libres en donde podemos aplicar aislamiento o de manera eficaz”.
En ese punto se remitió a las medidas aplicadas anteriormente por las que se habilitaron módulos específicos en las cárceles. En ellos se podía aislar, de forma preventiva, a los presos con síntomas o a aquellos que tenían permisos.
Asimismo, explicó que el régimen de semilibertad con control telemático ayudó a gestionar la epidemia. “La suma total, más de 7.000 presos, supone un 19,40 por ciento de personas que, estando en prisión, están en un régimen de semilibertad. Sin lugar a dudas ha ayudado a la gestión de la pandemia. Es la línea a la que queremos ir, incluso antes de llegar a la pandemia ya apostamos por el tercer grado. Cuando este equipo llegó a asumir esta responsabilidad, los terceros grados apenas llegaban al 16% y hoy hablamos de un 19,4%”, concluyó en ese sentido.