“Por vosotras”, por Pedro Molina Alcántara.

Pedro Molina Alcántara.

Sirvan mis humildes palabras desde esta tribuna digital para reivindicar la igualdad de género como una vertiente más de la igualdad, uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico según nuestra Constitución vigente. Ayer, como prácticamente todo el mundo sabe, fue 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. En este día se pretende visualizar al máximo la lucha feminista contra todas las piedras que incluso a día de hoy enfrentan en su recorrido vital las mujeres, que son más de la mitad de la población mundial.

No obstante, estas luchas jamás deben entenderse como flor de un día sino que deben impregnar los 365 días del año porque sí, porque aunque mucha gente no lo crea, la sociedad ha avanzado mucho en igualdad pero, ni mucho menos hemos llegado a la meta; e incluso me preocupa sinceramente el riesgo de involución, de dar marcha atrás quizá no en todo pero sí en parte. Lo estamos viendo claramente, cómo crecen movimientos muy reaccionarios e incluso acceden al poder líderes políticos que parecen de otras épocas que suponíamos periclitadas. Hemos visto en los días previos al 8 de marzo como una parte de la opinión pública criminalizaba preventivamente al movimiento feminista acusándolo de un futuro e hipotético rebrote de contagios de coronavirus ¿Dónde estaban esos guardianes de la salud y las esencias, esos “martillos de herejes”, cuando había otras muchas manifestaciones, cuando se celebraban logros deportivos, conciertos, fiestas o incluso botellones?

No me extiendo más porque qué puedo decir a estas alturas que no se haya dicho ya por voces mucho más cualificadas que la mía. Solo digo que estas palabras van por vosotras, por parte de un servidor que las escribe, un aliado en la causa feminista, que es la causa de las mujeres; incluso de aquellas que afirman no sentirse representadas por este movimiento emancipador que es el Feminismo. Es la causa de las mujeres pero también me aventuraría a decir que es la causa de toda la sociedad porque cuando ganamos en igualdad, ganamos en libertad y en bienestar todo el mundo. Sería un honor si mis palabras aportan una gota de aceite para engrasar la maquinaria política que consiga cerrar la brecha salarial y todas las brechas de género que aún existen, que consiga abolir la prostitución, porque ninguna mujer nació para ser puta; y que consiga tantas y tantas cosas que hacen falta…

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