Por qué Trump quiere legalizar el despido de LGTBi

Por qué Trump quiere legalizar el despido de LGTBi

No es nuevo que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, quiera legalizar el despido de LGTBi. Viene al caso porque en este fin de semana celebramos el Orgullo, la fecha más visible para denunciar la discriminación por razón de la orientación sexual.

Ya en setiembre del pasado año, el mandatario estadounidense mostró su disposición a endurecer las medidas contra lesbianas, gais, transexuales y bisexuales. Se apoyaba en la decisión del Tribunal Supremo, en enero de 2019, por la cual se podía vetar a los militares transgénero.

Esta medida quedó permanentemente bloqueada porque otros tribunales rechazaban los despidos de LGTBi o bloqueos a la entrada de este colectivo en las Fuerzas Armadas estadounidenses.

Lesbianas, gais, transexuales y bisexuales interponían denuncias amparándose en la ley de Derechos Civiles de 1964. Ésta prohíbe la discriminación sexual en el trabajo. El colectivo LGTBi argumenta que la norma va más allá de la simple distinción de géneros entre masculino y femenino.

De hecho, desde octubre el alto tribunal viene analizando si las leyes vigentes contra la discriminación sexual en el ámbito laboral protegen también al colectivo LGTBi.

La Administración Trump decidió llevar al tribunal los casos de dos homosexuales y una transexual que fueron despedidos por su condición sexual.

Tres casos de despido de LGTBi

En el caso de la mujer, directora de una funeraria, y después de seis años en la empresa, fue despedida después de informar de que, tras las vacaciones, se reincorporaría con el aspecto de su “auténtico ser”. El dueño de esos servicios fúnebres decidió restringir el contrato porque ya no vestiría como un hombre. Un tribunal dio la razón a la mujer, condenando al empresario.

Otro de los casos es el de un monitor de paracaidismo al que despidieron por bromear con una cliente. Le comentó que no debía preocuparse por el roce de los cuerpos durante el salto porque él era gay. La mujer y su pareja presentaron una queja y a raíz de ella, el monitor fue despedido. Un juez terminó dándole la razón. Aunque ya había fallecido en un accidente en 2014, el proceso continuó.

El tercer caso fue el de un trabajador social. En esta ocasión, perdió la demanda por falta de pruebas que demostraran que fue despedido por razones de orientación sexual. Sus superiores habían descubierto que era homosexual.

En enero del pasado año, el Tribunal Supremo dictaminó a favor del veto del Departamento de Defensa a los militares transgénero. Este hecho benefició las políticas de Trump contra la comunidad LGTBi.

Entonces, el Pentágono señaló que ese veto permitía a las Fuerzas Armadas estadounidenses “seguir siendo las fuerzas de combate más letales y efectivas del mundo”. Tal es así que un informe de este Departamento explicaba que incorporar a filas personas transgénero “pone en riesgo la letalidad y eficacia militar”.

La sentencia del alto tribunal daba alas al despido de LGTBi. Sin embargo, otros tribunales bloqueaban los despidos y los vetos, obligando al Ejército a no poner en práctica la medida.

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