¿Por qué son más pobres los trabajadores europeos?

¿Por qué son más pobres los trabajadores europeos?

Uno de los objetivos de la Comisión Europea es establecer un marco común para garantizar que los trabajadores europeos queden protegidos por salarios mínimos adecuados. Unos sueldos que permitan una vida digna allá de donde trabajen dentro de la Unión Europea.

El Ejecutivo comunitario sostiene que cuando se establecen “en niveles adecuados, los salarios mínimos no solo tienen un impacto social positivo. También generan beneficios económicos más amplios”, al reducir la “desigualdad salarial”.

Es más, abunda, “ayudan a sostener la demanda interna y fortalecen los incentivos para trabajar. Un salario mínimo adecuado también puede ayudar a reducir la brecha salarial de género, ya que más mujeres que hombres ganan un salario mínimo”.

En Bruselas han podido comprobar que la actual crisis afecta “particularmente a sectores con una mayor proporción de trabajadores con salarios bajos”. Concreta que es el caso del sector de la limpieza, o el comercio minorista, la salud y los cuidados en residencias.

“Garantizar una vida digna para los trabajadores y reducir su pobreza no solo es importante durante la crisis, sino que es esencial para una recuperación económica sostenible e inclusiva”, detalla una directiva.

Los trabajadores europeos ya eran más pobres antes de la epidemia

Los bajos salarios no se han mantenido al mismo nivel que otros salarios en las últimas décadas. La pobreza de los trabajadores europeos ha aumentado, según la Comisión, con datos previos a la pandemia.

“La pobreza de los trabajadores aumentó del 8,3% en 2007 al 9,4% en 2018 en la UE. La desigualdad salarial también ha aumentado en gran parte debido a una creciente polarización en el mercado laboral”, señala el Ejecutivo comunitario.

A la disminución del empleo en ocupaciones de remuneración media o medianamente cualificadas, se une “un aumento simultáneo de ocupaciones de remuneración baja y alta, junto al declive de la negociación colectiva”.

La institución que preside Ursula von der Leyen insiste en la necesidad de adecuar los salarios mínimos para garantizar una vida de los trabajadores europeos. Esto es así porque ayudan a sostener la demanda interna, fortalecen los incentivos para trabajar y reducen la pobreza en el trabajo y la desigualdad salarial.

Asimismo, los salarios mínimos reducen la brecha salarial entre hombres y mujeres, puesto que más féminas que varones ganan el salario mínimo. Además, conlleva beneficios a las empresas que pagan salarios dignos a sus trabajadores, ya que garantiza una competencia leal.

Los salarios mínimos existen en todos los países miembros

En todos los Estados miembros de la UE existen salarios mínimos. 21 países los regulan por ley, mientras que en otros seis los proporcionan los convenios colectivos.

En cambio, “en la mayoría de los Estados miembros los trabajadores se ven afectados por una adecuación insuficiente. O por lagunas en la cobertura de la protección del salario mínimo”, indica Bruselas.

La propuesta del informe respeta el “principio de subsidiariedad”. Esto es, “establece un marco para las normas mínimas, respetando y reflejando las competencias de los Estados miembros”.

Igualmente, respeta “la autonomía y libertad contractual de los interlocutores sociales en el ámbito de los salarios. No obliga a los Estados miembros a introducir salarios mínimos legales, ni establece un nivel de salario mínimo común”.

Por último, invita a fomentar los convenios colectivos “porque los países con una alta cobertura de negociación colectiva tienden a tener una menor proporción de trabajadores con salarios bajos, menor desigualdad salarial y salarios mínimos más altos”.

Precisamente, la reforma laboral de 2012 quebraba la negociación colectiva. Tal es así que Bruselas sitúa a España por debajo del 70% de cobertura por la negociación colectiva.

“El 70% es un mínimo de lo que debería ser la cobertura de la negociación colectiva. Pero, por supuesto, estaría mucho mejor si fuera superior”, explica.

La importancia de la negociación colectiva reside en que, con ella, los trabajadores europeos se protegen “con salarios que se establecen en los convenios colectivos, y tienden a tener salarios más altos”, concluye el informe.

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