Editorial: “¿Por qué el PP y Ciudadanos no quieren que nada cambie en Madrid?”

El PP y Ciudadanos, o al menos sus direcciones nacionales, están del lado de aquellos que no desean que las cosas cambien en una región que bien merece transparencia y claridad. Por motivos distintos, unos por miedo, los otros por interés, coinciden en encontrar en Garrido la dirección y el sentido que ha marcado el dedo, y sólo el dedo, de Mariano Rajoy.
La dirección del Partido Popular tiene pánico a que entre la izquierda «radical» en los despachos y pueda desvelar la red clientelar que tejieron tras tantos años de impunidad. Gürtel, Púnica, y todas las fechorías vergonzosas, quedarían al descubierto. Las alfombras se levantarían para dejar ver la mugre de la corrupción, el escarnio en el erario público, los cohechos, las prevaricaciones, las mentiras.
La dirección de Ciudadanos no puede permitirse el lujo de que las cosas cambien ahora que les va tan bien en las encuestas. Tienen los ojos puestos en mayo de 2019 y como objetivo sacar un voto más que los populares. Desean dejar pasar un año para que los conservadores se cuezan en su propia salsa y pescar más voluntades electorales del caladero de la derecha española.
Sólo la izquierda ha estado a la altura. Tanto el PSOE como Podemos han defendido que no se trata de nombres, sino de limpieza, de legitimidad, de dignidad, de decencia. La ciudadanía no se cree las milonga de que llegaría una izquierda radical, sino que aspira a un nuevo aire que haga de los asuntos turbios claridad, de las corrupciones denuncias y de las pruebas transparencia.