Pioneer 10, 51 años viajando al infinito

Pioneer 10, 51 años viajando al infinito

A primeros de marzo se han cumplido 51 años desde que la nave espacial de la NASA Pioneer 10 partiera para cruzar el universo hacia el infinito.

En concreto, el 2 de marzo de 1972, convirtiéndose en la primera sonda en atravesar el cinturón de asteroides y llegar a Júpiter, su principal objetivo.

Así, la Pioneer 10 continuó camino hacia el confín del Sistema Solar. En 2003, encontrándose a 12.000 millones de kilómetros de la Tierra, se perdió contacto con ella.

Según la agencia estadounidense, la sonda espacial se dirige actualmente hacia Aldebarán, una estrella en la constelación de Tauro. Llegará dentro de 1.690.000 años.

Pero ahí no reside su fama. La Pioneer 10 porta una placa inscrita con un mensaje a base de símbolos informando a una hipotética civilización extraterrestre sobre el ser humano y su procedencia.

Digamos que es una especie ‘mensaje en una botella’ interestelar. Fabricada en aluminio anodizado en oro, la placa está compuesta por este elemento que, por sus propiedades, se degrada muy poco.

Así, a la derecha aparece la imagen de la nave para dimensionar a las dos figuras humanas que se dibujaron delante, una mujer y un varón.

A la izquierda, varias líneas, partiendo de un mismo punto, como si fueran un haz, representa el punto de partido, es decir, la Tierra.

Esas líneas indican la dirección de los púlsares más relevantes que se encuentran cerca del Sistema Solar. Asimismo, en cada uno, en sistema de numeración binario, la secuencia de pulsos de cada uno.

Viene a ser, en su conjunto, nuestra ‘dirección’ en el universo. Supuestamente, una civilización tecnológicamente avanzada y con conocimientos de púlsares, sería capaz de interpretar el mensaje de la placa.

Ya abajo, se ve la representación de un esquema del Sistema Solar. Figuran, de este modo, los planetas ordenados de acuerdo a su distancia respecto al Sol, además de una indicación de la ruta que inició la nave.

También, arriba a la izquierda, indicaciones en sistema binario, el espín de una molécula de hidrógeno, el elemento más común en el universo.

Es decir, la propiedad física de las partículas subatómicas del hidrógeno, por tanto, su momento angular intrínseco de valor fijo.

Carl Sagan, astrónomo y divulgador científico, diseñó la placa, junto a Frank Drake, también astrónomo estadounidense. Los dibujos los materializó Linda Salzman Sagan.

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