Piñera desoye las demandas sociales y las movilizaciones populares declarando la guerra a la gente

Piñera desoye las demandas sociales y las movilizaciones populares declarando la guerra a la gente

Chile es un hervidero y Sebastián Piñera, presidente chileno, declaró el estado de emergencia el pasado viernes ante la ola de violentos disturbios motivados por la subida del precio de la tarifa del metro, aunque al final haya renunciado a dicho incremento.

Las jornadas de violencia han afectado a la capital, Santiago, y a otras cuatro regiones. “Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite”, ha señalado el presidente respecto a las docenas de supermercados saqueados y locales comerciales y vehículos quemados.

Así, llamó a centrarse en los hechos vandálicos y no tanto en las reivindicaciones sociales pacíficas. “Estamos muy conscientes de que -los autores- tienen un grado de organización, de logística, propia de una organización criminal”, añadió.

El Gobierno de Piñera decidió finalmente no subir el precio del Metro, a pesar de lo cual la violencia no ha parado. Ante eso, se impuso el estado de emergencia, por el que queda prohibida la libre circulación desde las 19:00 horas hasta las 06:00.

El ‘enemigo’, dijo, está “dispuesto a quemar los hospitales, el metro, los supermercados, con el único propósito de producir el mayor daño posible”. “Están en guerra contra todos los chilenos que quieren vivir en democracia”, aseguró.

El descontento es generalizado en todo la población chilena, algo que Piñera ha ignorado hasta que le ha estallado la patata caliente con los disturbios desencadenados con motivo de la subida del precio del metro, la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los ciudadanos chilenos.

Aún así, prefirió alentar el enfrentamiento entre los chilenos al señalar que “el general Iturriaga está a cargo de este estado de emergencia, y ha podido disponer de 9.500 hombres para resguardar la paz, tranquilidad y sus derechos y sus libertades”.

Desde la oposición, Ricardo Lagos Weber instaba al mandatario a que no asuste a la población: “Presidente Sebastián Piñera, ¡no asuste a la ciudadanía! No estamos en guerra. Enfrentamos una crisis política, mal manejada por el Gobierno, cuyo tema de fondo es la desigualdad. Estas declaraciones no ayudan a crear un clima de entendimiento”.

Por el momento, once personas han muerto en los 70 hechos graves de violencia registrados, en los que se han practicado 152 detenciones, según informó Andrés Chadwick, ministro del Interior chileno.

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