Actualmente es el alcalde de South Bend, en Indiana.
“Me llamo Pete Buttigieg. Me llaman alcalde Pete. Soy un orgulloso hijo de South Bend, Indiana, y me presento a presidente de Estados Unidos”. Así anunciaba el joven alcalde Buttigieg su candidatura a las primarias demócratas ante una multitud enardecida. Abiertamente homosexual, a sus 37 años admite la “osadía” de intentar semejante salto desde una pequeña localidad de alrededor de 100.000 habitantes.
El Partido Demócrata trata de encontrar nuevas fórmulas como alternativa al efecto Donald Trump. Así, el primer gran discurso del alcalde de South Bend giró en torno al “cambio”, refiriéndose también a la seguridad, la democracia y la libertad desde visiones distintas a en las que se basan los “amigos conservadores”. “No trataremos ningún asunto, desde las armas a la inmigración, desde el clima a la educación, si no sirve para que nuestra democracia mejore”, exclamó.
Buttigieg irrumpe en el panorama político nacional de Estados Unidos como un desafío por su juventud en un entorno dominado por veteranos como Bernie Sanders, de 77 años, o Joe Biden, de 76, quienes todavía no se han presentado oficialmente. Además, su orientación sexual no deja indiferente a nadie. Casado con un hombre, presenta como ventaja su experiencia como alcalde desde 2012 y su capacidad para ser altavoz de una nueva generación. Según unos sondeos publicados la semana pasada en Iowa y New Hampshire, ya está entre los favoritos, tan solo por detrás de Biden y Sanders.