La detección de un supuesto globo espía sobrevolando espacio aéreo de Estados Unidos y Canadá, y otro sobre Latinoamérica, ha devuelto a la actualidad un sistema de vigilancia de Inteligencia que, parece, no desaparecerá.
Las nuevas estrategias más modernas y menos invasivas, como, por ejemplo, los satélites, podrían abocar a estos dispositivos a quedar relegados. Pero, ¿qué es y desde cuándo se utiliza el globo espía?
La primera vez en que se utilizó y que se tenga constancia fue en 1794, en las guerras revolucionarias en Francia.
Ya en el siglo XIX los globos aerostáticos con fine militares llegaron a Estados Unidos, justo durante la Guerra de Secesión.
En aquel entonces, podían subir hasta algo más de 300 metros (mil pies), utilizándose con fines de observación. Así lo recoge un informe del Servicio de Parques Nacionales estadounidense.
A fin de cuentas, eran instrumentos baratos, casi inalcanzables desde tierra y, sobre todo, discretos.
Fue en el siguiente siglo, durante la Primera Guerra Mundial, cuando el globo espía cobró auténtica relevancia.
También, en algunas fases de la Guerra Fría en plena tensión político-militar entre Estados Unidos y la entonces Unión Soviética.
De hecho, se extendió al ámbito de la Inteligencia y los avances tecnológicos permitieron que no se necesitara tripulación.
Con la llegada de los satélites, estas herramientas quedaban obsoletas, pero ahora parece que resurgen.
El Pentágono ha incrementado la inversión en el globo espía
Tal es así que el Departamento de Defensa estadounidense habría aumentado recientemente su inversión en el globo espía, según el portal Politico señaló en 2022.
Esto es porque la miniaturización de equipos tecnológicos ha impulsado el uso de estos sistemas, que pueden ser más pequeños, son más baratos y más fáciles de lanzar que un satélite.
Asimismo, el globo espía deja pocos rastros, dificultándose su rastreo y detección, mientras que se puede predecir mejor el comportamiento de un satélite. Éste, además, depende de continuar una misma órbita.
Sin embargo, los globos tienen la ventaja de centrarse en un solo territorio durante más espacio de tiempo. Además, su alcance es distinto al encontrarse en la atmósfera.
Tal es así que el globo espía que se detectó en Montana podría estar recogiendo información sobre comunicaciones y radares. Esto no sería posible con satélites.
No obstante, como admite el Pentágono, el globo chino sobrevoló territorio estadounidense a unos 12.000 metros (40.000 pies) y no supuso peligro alguno.
Aunque no se han detallado sus características, su tamaño desaconsejaba su derribo. Habría habido posibilidades de que restos del artefacto hubieran caído sobre zonas pobladas.