En línea con lo que planteó en noviembre, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha propuesto calcular las cuantías de las pensiones con los últimos 25 ó 29 años cotizados.
Así lo ha trasladado a los agentes sociales en la reunión de este viernes, una propuesta que cuenta con el aval de la Comisión Europea. También PSOE y Unidas Podemos han alcanzado un acuerdo.
En concreto, para el cómputo de las pensiones, se utilizarían los 25 o los 29 años cotizados. Si el pensionista elige el último caso, podrán excluir los dos peores años, por lo que, en la práctica, la cuantía saldrá de 27 años.
La Seguridad Social permitirá elegir entre los dos periodos y, en todo caso, aplicará la opción que resulte más beneficiosa para el trabajador.
De este modo, suaviza la propuesta inicial, que contemplaba el cálculo de las pensiones con los 30 últimos años cotizados excluyendo los dos peores.
El sistema que actualmente rige calcula la cuantía de la pensión en función de los últimos 25 años. Con este cambio en la propuesta, si el resultado es peor con los 25 años, se emplearían los últimos 27, al excluir dos.
De esta forma, se trata de aliviar la situación en que quedarían trabajadores con una carrera laboral más volátil, como despidos al final de la vida laboral.
O que encuentren trabajos con menores ingresos y, por tanto, cotizaciones más reducidas que en otros momentos de la carrera profesional.
Y van cuatro pasos en la reforma de las pensiones
Así, se da un paso más, el cuarto, en la reforma de las pensiones, después de tres anteriores comprometidos con Bruselas en el Plan de Recuperación.
Una segunda fase que sigue a la revalorización con el IPC, la modificación del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos y el impulso a los planes de pensiones de empleo.
Cabe recordar que los trabajadores por cuenta propia cotizan en función de sus ingresos reales, algo que reclamaban desde hace años.
Se consigue, además, centrarse en el incremento de los ingresos a la Seguridad Social. Asimismo, que las pensiones de trabajadores con carreras laborales más volátiles sean de cuantías suficientes.
De hecho, este punto es uno de los hitos vinculados al cuarto desembolso de los fondos europeos. Son 10.000 millones de euros que España aún no ha pedido.
Por tanto, tras el visto bueno de la Comisión Europea y el acuerdo de socialistas y morados, sólo queda la luz verde de los agentes sociales.
Con todo, sindicatos y patronal habían pedido que, antes de presentar la propuesta, el Gobierno se asegurara de contar con el apoyo parlamentario suficiente.
“Es un esquema alternativo, sostenible, razonable y creíble, con el aval de instituciones independientes potentes”, señaló este jueves José Luis Escrivá, ministro del ramo.
Un esquema, dijo, para hacer sostenible el sistema y mantenga, a su vez, el poder adquisitivo de las pensiones.
Así las cosas, por el momento, a CCOO y UGT les suena bien la música, aunque someten su apoyo a leer la ‘letra pequeña’.
En cambio, CEOE, Cepyme y ATA han mostrado su oposición frontal a esta propuesta de la reforma.