En la primera sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez, candidato del PSOE a la Presidencia, ha lanzado, entre otros, un claro mensaje en relación a Cataluña y el conflicto político, apostando por el diálogo para “superar” la situación.
“Nadie va a romper España y nadie va a quebrar la Constitución. Lo que vamos a romper es el bloqueo al Gobierno progresista votado democráticamente por los españoles”, ha adelantado Sánchez.
El Gobierno, dijo, va a trabajar para “superar” el conflicto político en Cataluña. El diálogo, siempre dentro de la Constitución, será “la prioridad absoluta” para alcanzar “el entendimiento”.
“No podemos asumir la herida territorial como una dolencia crónica”, ha incidido el candidato socialista. “Yo les garantizo que la Coalición Progresistas trabajará con eso: con paciencia y constancia, templanza y responsabilidad, generosidad y empatía” para solucionarlo”, enfatizó.
“Vamos a crear una mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno de España y el Gobierno de la Generalitat de Cataluña. Lo vamos a crear, vamos a debatir dentro del marco constitucional y vamos a poner fin a esta confrontación territorial”, anunció Sánchez.
Ello basado en que el diálogo tiene que ser la herramienta para reconciliar a la política con la calle. La sociedad ansía de grandes acuerdos, grandes pactos y grandes consensos.
“No traslademos desde esta tribuna más división a la calle, más discordia a las empresas y más desencuentro a las familias. Eso también es patriotismo”, concluyó en este asunto.
Sánchez comenzó su discurso dejando claro que “los españoles han votado gobierno, no parálisis ni bloqueo”. Expuso su programa de gobierno “de valores progresistas, actitud de diálogo, activo y resuelto”.ç
Un Ejecutivo, dijo, que gobernará “para todos los españoles, sean cuales sean sus ideas y fuera cual fuere su voto porque nuestras orientaciones difieren, pero los problemas que padecemos son los mismos”.
Indicó el candidato socialista que el gobierno de coalición es sinónimo de gobierno unido basado en valores como la justicia social, la defensa de los servicios públicos, la libertad y la cohesión social a través de la cohesión territorial.
Insistió en la necesidad de “articular mayorías amplias” para resolver problemas “capitales”. “Es necesario renunciar a los sectarismos. El enemigo es la injusticia, el odio y el fanatismo”, sostuvo.
Desde la tribuna del Congreso de los Diputados, Sánchez aseguró que, pese a las “zancadillas de las bancadas de la derecha”, la Coalición Progresista apuesta por “una España que construye puentes de colaboración y no una España de vetos y rupturas”.
Los españoles, apuntó, quieren una España cimentada “en el acuerdo” y no una España abonada “al insulto y la descalificación”. Su programa de gobierno responde “a las demandas que emanan del propio Parlamento y de la sociedad”.
Es decir, crecimiento y empleo digno; digitalización de la economía; transición ecológica; igualdad real entre mujeres y hombres; justicia social y diálogo para una España unida.
En ese punto, el candidato socialista hizo un llamamiento a “todos los representantes de la Cámara para arrimar el hombro, para reconstruir la cohesión dañada y apostar por una España diversa que crece con la pluralidad de sus identidades, lenguas, culturas y personas”.
En materia económica, hizo hincapié en mejorar “las condiciones de competitividad, productividad y cohesión para hacer las transformaciones económicas que España necesita”. Así, con un crecimiento que “se tiene que traducir en empleo”, que al final de la legislatura el SMI representará el 60% del salario medio y un modelo de Formación adaptado a las necesidades del siglo XXI.
La política fiscal fue otro plato fuerte de su discurso, apostando por que una “fiscalidad justa y progresiva nos tiene que situar en la media del resto de países de la zona euro”, con el impulso de la Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal.
Se traduce en reforzar medios, actualizar lista paraísos fiscales y una reducción del tipo efectivo de Sociedades para las PYMES. “Evitaremos cualquier aumento de la presión fiscal sobre las clases medias que no se verán afectadas. Solo se incrementarán los tipos sobre la base general para los contribuyentes con rentas superiores a 130.000 euros”, remarcó.
Una economía y transición ecológica que irán de la mano en la próxima legislatura con la aprobación de la Ley del Cambio Climático y Transición Energética. El objetivo, que en 2050 “la generación de electricidad” sea “con origen 100% renovable y entre el 85% y el 95% en 2040”, destacó.
En materia de igualdad y derechos sociales, Sánchez insistió en su defensa de la igualdad entre mujeres y hombres a lo largo de su intervención: “La igualdad de género no es una moda pasajera, el feminismo no va a dar marcha atrás”.
Pondrá en marcha políticas para “garantizar la igualdad entre mujeres y hombres en el empleo con la Ley de Igualdad retributiva” con la creación, además, “de un Acuerdo Social” para la racionalización de los horarios.
La lucha contra la violencia de género estuvo también presente en su discurso para lo que propone el desarrollo de “las medidas pendientes” del Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
La protección, recuperación y consolidación de los derechos sociales también está en la agenda del candidato socialista “con una óptica progresista, en defensa de lo público de la sanidad, la educación y la dependencia”. La Ley Básica de Educación derogará la LOMCE.
Asimismo, habrá planes específicos “para actuar ante al abandono temprano de la educación y el fracaso escolar” con la educación pública como “eje vertebrador” porque es la mejor herramienta para la igualdad de oportunidades “con una inversión de un 5% del PIB para 2025”.
En cuanto a la Sanidad, el proyecto de Sánchez apuesta por la “integración de la salud bucodental en la cartera de los servicios del Sistema Nacional de Salud”, la reducción de las listas de espera del Sistema de Dependencia, una Estrategia frente a la Soledad no Deseada y alcanzar “una inversión sanitaria equiparable a la de la media de los estados de la zona euro durante esta legislatura: un 7% del PIB en 2023”.