Por primera vez en la historia de las Fuerzas Armadas españolas una mujer, Patricia Ortega, se convertirá en generala de brigada cuando el Consejo de Ministros de hoy apruebe su ascenso. Viene propuesta por Margarita Robles, ministra de Defensa en funciones, y con toda probabilidad será aceptada.
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Será un claro reflejo del impulso que la ministra quiere dar a la presencia de la mujer en el Ejército, en la actualidad estancada en el 12,7%. La coronel Ortega superó el curso de ascenso del pasado mes de noviembre, convocada, junto a otros 42 coroneles más, según el anuncio del Boletín Oficial de la Defensa de octubre de 2018.
Sólo uno de cada tres coroneles asciende y ahora tienen que esperar, desde el 1 de julio, a que se vaya completando el ciclo de ascensos, que finalizará el 30 de junio de 2020.
Ortega ingresó en la Academia General Militar de Zaragoza en 1988, en la que fue la primera promoción abierta a las mujeres, obteniendo el puesto de alférez alumno. Pertenece al Cuerpo de Ingenieros Politécnicos del Ejército de Tierra y también fue la primera mujer coronel de las Fuerzas Armadas.
Mi enhorabuena a la general Patricia Ortega. Algunos desde adolescentes venimos defendiendo que el hecho de ser mujer «no te hace tonta del bote» y el de ser hombre no te hace «sabio». Tan inteligente puede ser una mujer como un hombre. Y he dicho tan, no más. Soy la primera que no quiero discriminaciones absurdas entre los dos sexos. Gracias a mujeres como Patricia Ortega que entró en un mundo exclusivo de hombres, mujeres que estudiaron medicina, ingeniería, abogacía, económicas, etc hoy las mujeres podemos sentirnos orgullosas de tener visibilidad en el mundo laboral. Existe la ley de Igualdad de Género, y aunque hoy todavía no sea un camino de rosas nuestras inclusión en el mundo laboral, porque la mujer que se casa y tiene hijos, encuentra muchas más dificultades para ascender en una empresa, que un hombre, aunque la mujer sea más inteligente, o tenga más recursos que el hombre para llevar a buen puerto un importante puesto de trabajo, salta por encima de la lista el hombre que aunque más «simplón» para eso es un hombre. Hoy en día todavía hay diferencias en los sueldos en los mismos puestos de trabajo si eres hombre o eres mujer. Injusticia total a igual trabajo igual sueldo. Algunas mujeres, pocas, ya han llegado al techo de cristal, al que deberían llegar todas las mujeres valientes, inteligentes y trabajadoras, todavía falta tiempo para que ese camino al techo de cristal no se vea interrumpido por las discriminaciones. Pero el recorrido ya ha empezado y la fuerza de las mujeres es imparable, por eso hoy damos la bienvenida a Patricia Ortega al techo de cristal. Aunque no descartamos que supere ese techo de hoy y continúe con su escalada a techos de cristal más altos.