El paro de larga duración aumenta un tercio por la epidemia

El paro de larga duración aumenta un tercio por la epidemia

Aumenta de forma acelerada el paro de larga duración durante estos meses de la epidemia y ya representa el 42% del total de desempleados. Esto es más de seis puntos porcentuales que en febrero. Los parados de larga duración suponen 1,6 millones de personas que llevan buscando empleo durante más de doce meses consecutivos.

Antes de que estallara la epidemia, 1,23 millones de parados de larga duración. Representaban el 38% que los 3,24 millones del total de parados cuando se cerró ese mes.

Al cierre del mes de octubre, tan sólo ocho meses después, el paro de larga duración se ha incrementado en más de 400.000 personas más. En el décimo mes del año son 1,63 millones, un 42% del total de desempleados y un aumento del 32%.

Entre febrero y octubre el paro ha aumentado en alrededor de 780.000 personas, un 18% más, elevándose la cifra hasta los 3,8 millones.

Así, el paro de larga duración empezó a crecer desde mayo a mayor ritmo que el resto del desempleo. Con la segunda ola de coronavirus, la tendencia se ha acelerado, en concreto desde agosto.

Así se constata, además, en el último informe de Fedea que analiza la coyuntura económica en la epidemia. “A partir de agosto el paro de larga duración ha superado el paro de menor duración”, señala.

Explica que “mientras que se reduce el paro de las personas que iniciaron su demanda de empleo durante la crisis sanitaria, sigue aumentando el de las personas cuya demanda se registró antes del inicio de esta crisis”.

Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea, apunta que “desde el principio de la pandemia lleva creciendo, pero se ha acelerado en septiembre y octubre y es posible que se siga así”.

El aumento del paro de larga duración es normal en una crisis

En opinión de Felgueroso, es algo habitual, aunque preocupante, de la crisis. Esto es porque que quienes quedan más rezagados tienen más dificultad para reengancharse al mercado laboral.

Con el fin de hacer frente a esta situación, recomienda la implementación de acciones formativas para este tipo de desempleados de larga duración. Asimismo, que se tomen medidas que garanticen la cobertura con prestaciones.

También habla de estos aspectos Lola Santillana, secretaria de Empleo de CCOO. Santillana hace hincapié en los problemas de cobertura de prestaciones para estás personas en situación de paro de larga duración. Lo complica, el hecho de que, además, suelen ser mayores de 45 años.

La solución que propone la sindicalista que es “incentivar su contratación e intentar evitar que se les expulse del mercado laboral”. “Debería haber un compromiso de las empresas en este sentido”, agrega.

El Gobierno propone, en un borrador sobre políticas activas que ha planteado a los agentes sociales, incentivos a la contratación indefinida. En especial, para mayores de 45 o parados de larga duración.

En opinión de Felgueroso, “está bien, pero con eso no es suficiente” y hace remarca la importancia de reciclar informar a este grupo de trabajadores.

Por su lado, UGT ya advertía en un reciente informe del riesgo de que el paro de larga duración se agravase después de la epidemia si no se adoptaban medidas adecuadas.

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