Duras críticas en el Parlamento Europeo por el “racismo estructural” que se vive en Estados Unidos y la respuesta de Donald Trump, presidente estadounidense, ante las protestas raciales. La UE ya reaccionó escandalizada por la represión en las manifestaciones que desde hace trece días recorren las calles de numerosas ciudades del país norteamericano.
Unas movilizaciones en respuesta al homicidio de George Floyd, el ciudadano afroamericano que murió asfixiado a manos del policía Derek Chauvin en Minneapolis. Es homicidio porque así lo han dictaminado dos autopsias, una oficial y otra encargada por familia.
Ayer se reunió la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo donde se debatió hacer de estas protestas raciales. Prácticamente todos los europarlamentario crítica un justicia racial de Estados Unidos
Ignacio Sánchez-Amor, eurodiputado socialista, cree que Trump alimenta el “fondo racista”. A su juicio, si había evitado la propia muerte de Floyd si el presidente hubiera aplicado la ley y el orden que ahora pretende. “Cada democracia tiene sus lunares, pero el sesgo racista se ha convertido en un agujero negro del sistema estadounidense”, ha dicho Sánchez-Amor.
Por su lado, la popular Isabel Wiseler-Santos Lima mostró su respaldo a las manifestaciones y afirmó que “inspiran esperanza, a pesar de todo”.
Quienes se han expresado con mayor vehemencia han sido los representantes de la izquierda, como la verde finlandesa Heidi Hautala. Reclama que la policía debe proteger a la ciudadanía y no asesinarla. Por ello, defiende que se reforme este cuerpo.
Miguel Urban, de Podemos, apoyan las protestas que el movimiento antifascista está llevando a cabo en respuesta al presidente estadounidense. Éste llegó a calificar las protestas como “terrorismo doméstico”. El diputado morado señaló que el único terrorismo que hay el país norteamericano es el supremacista.
Llamamiento a la reflexión en el Parlamento Europeo
Con todo y con eso, se hizo un llamamiento a la reflexión por los casos de racismo institucional que también existen en Europa. En la subcomisión del Parlamento Europeo, Soraya Rodríguez, eurodiputada de Ciudadanos, advirtió de que “el racismo estructural es global”. Recordó que “no es un problema de otros, es problema de todos”.
Los agentes de policía en Europa “no están libres de la deriva racista”, ha reflexionado en los eurodiputados. Fue el académico francés Pap Ndiaye quien trajo la memoria el caso de Adama Traoré, un joven fallecido mientras estaba en custodia policial.
“Sería un error pensar que estas cuestiones o protestas son exclusivamente americanas, estos problemas se plantean en otros países”, opinó. No obstante, admitió que hay matices y diferencias entre la violencia racista en Estados Unidos y Europa.