Para el Banco de España, Europa no está preparada para una nueva crisis económica

Para el Banco de España, Europa no está preparada para una nueva crisis económica

En opinión de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, las tensiones proteccionistas o el Brexit “ya están haciendo mella” en la economía europea, por lo que resulta urgente mejorar el funcionamiento “antes de que se produzca una eventual crisis”.

Según señaló Hernández de Cos en una intervención en los cursos de verano de La Granda, la “prolongada” presencia de las tensiones proteccionistas, la incertidumbre de ciertos factores como el Brexit y la inestabilidad política en Italia están detrás de que las perspectivas de crecimiento de la zona euro sigan “apuntando claramente a la baja”.

También pueden ser determinantes la desaceleración de China y sus posibles repercusiones en la economía global, además de las vulnerabilidades de algunas economías emergentes como la de Turquía y Argentina.

En su opinión, la situación económica de la eurozona sigue “debilitándose” por la carga que supone la evolución negativa del comercio internacional, a la que Europa es “especialmente sensible” y a la exposición directa al Brexit.

El gobernador del Banco de España señaló algunos elementos estructurales que “se llevan a pensar en un entorno de bajo crecimiento, inflación moderada y, en consecuencia, bajos tipos de interés”, lo que se podría prolongar en el tiempo.

La inflación se mantiene por debajo los niveles adecuados para el objetivo que quiere alcanzar el Banco Central Europeo. Por ello, pide a este organismo que reflexione que indique una “clarificación de nuestro objetivo cuantitativo de estabilidad de precios, para alinearlo a las definiciones puntuales de otros bancos centrales de países desarrollados, que facilite la comunicación y el anclaje de las expectativas de los agentes”.

Ante ese escenario, apuntó que “la concurrencia en el resto las políticas económicas es fundamental para apuntala la recuperación, afianzar ritmos de crecimiento más llevados y, ante este modo, facilita la convergencia de la inflación hacia la referencia de medio plazo”.

Asimismo, indicó que “resulta urgente mejorar el funcionamiento de la Unión Económica y Monetaria –UEM- antes de que se produzca una eventual crisis”. De ahí que, a su juicio, sea necesario avanzar “sin dilación” hacia una mayor integración financiera, además de completar la Unión Bancaria creando un fondo común de garantía de depósitos, introduciendo instrumentos fiscales para mejorar la capacidad de estabilización económica de la UEM y creando un activo seguro común.

En contra España, pidió “posiciones fiscales saneadas” que contribuyan a que la política presupuestaria cumpla con su papel estabilizador. También que se afronte “con decisión” el envejecimiento o de la población. Esto o tendrá implicaciones más allá de las cuentas públicas y el sistema sanitario. En consecuencia sugirió que se aprovechen las oportunidades de inversión en la zona euro.

“Europa no puede quedar al margen del desarrollo de nuevas tecnologías y de la batalla por la supremacía tecnológica que tiene lugar entre Estados Unidos y China”, aseguró.

Igualmente, mencionó el “bajo ritmo de avance de la productividad, que se necesitan “mayores esfuerzos” para la mejora de las políticas activas de empleo y que se favorezca la “rápida reasignación” de los trabajadores hacia sectores en auge.

Finalmente, hizo un llamamiento a adoptar políticas macro prudencial es si se perciben riesgos para la estabilidad financiera y que se generen fondo de reserva que puedan ser utilizados frente a situaciones macroeconómicas más adversas.

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