En una entrevista en La Vanguardia, Pablo Iglesias, vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha señalado que prefiere ver “a los dirigentes del independentismo negociando en las instituciones” en vez de en la cárcel.
Sostuvo que la solución al conflicto en Cataluña pasa necesariamente por el diálogo. “A partir de ahí, todo lo que sea quitarle carga emocional a la situación e inyectar racionalidad, pragmatismo y sentido común va a ser positivo”, defendió.
Además, Iglesias destacó que “no le corresponde al Gobierno determinar la situación procesal de Oriol Junqueras”. Las formaciones políticas, dijo, eligen a sus interlocutores, con independencia de la situación geográfica o procesal de los líderes.
Respecto a unas posibles elecciones en Cataluña y cómo sería la relación con el nuevo Gobierno que surgiera de ellas, el líder de Unidas Podemos indicó que “gobierne quien gobierne, tiene que haber una relación institucional fluida y leal”.
Así, aprovechó para subrayar que este Ejecutivo “tiene capacidad de diálogo, lo acaba de demostrar con sindicatos y patronal”. Hacía referencia a la subida del Salario Mínimo Interprofesional acordado entre el Gobierno, patronales y sindicatos.
Confía en que la coalición de Gobierno dure dos años
También, el vicepresidente segundo afirmó que confía en que la coalición dure, al menos, dos años, para después señalar que, respecto a Unidas Podemos, espera “que no” siga liderándolo más de ocho años.
Iglesias sostuvo que “hay mucho que hacer en España, queremos que esta década sea conocida como ‘la década del constitucionalismo democrático’”. En ese sentido, abogó por “recuperar la idea del presidente Rodríguez Zapatero del cuarto pilar del Estado de bienestar”.
Respecto a una posible crisis económica, el también ministro de Derechos Sociales indicó que “los recortes tienen que ser por arriba, y es fundamental fortalecer las estructuras del Estado de bienestar y el tejido industrial”. Ha quedado demostrado, dijo, que la austeridad fue un fracaso.
Por último, en relación al poder judicial y su ideología política, explicó que es normal en democracia. “La ideología no puede estar por encima del derecho”, apuntó. Con todo, mostró su confianza en las instituciones. “Hay que respetar que los jueces y los fiscales tienen sus ideas pero que nunca se van a situar en una democracia por encima del derecho”, zanjó.
¿También con los que han incumplido las normas, incluso las suyas?, ¿con el inhabilitado por desobediencia que además anima a los vandálicos y respalda a los fugados? Sin respeto a las reglas o con cartas marcadas, no existe diálogo.