Casado rompe con Arrimadas y pone en peligro muchos ayuntamientos gobernados por PP-C’s

Pablo Casado rompe con Inés Arrimadas

Lo vivido en Madrid con la convocatoria anticipada de elecciones en Madrid, escenifica la ruptura anunciada de Pablo Casado con Inés Arrimadas. La pugna por ganar terreno en la derecha toma forma y, justo cuando el líder del PP dice que quiere refundar el partido, se recrudece.

Antes, Ciudadanos decidía lanzar un órdago a los populares uniendo sus fuerzas con el PSOE en la Región de Murcia y en el Ayuntamiento murciano presentando una moción de censura.

Hace meses que se veía venir la ruptura de la frágil alianza entre ambas formaciones. No sólo en la Comunidad de Madrid, donde era más evidente, sino en otros gobiernos donde C’s y PP gobiernan en coalición.

En casi todos, necesitan del apoyo de Vox, que pide su parte del pastel y exige la convocatoria de elecciones anticipadas. Especialmente en Madrid, Andalucía y Castilla y León.

En esta última Comunidad, el PSOE ha presentado también una moción de censura contra Alfonso Fernández Mañueco. Está por ver si alguno de los diputados naranjas la apoyarían. Sin ellos es imposible que salga adelante, pero sin ellos también es imposible gobernar.

En Madrid, casi con toda seguridad, serán los tribunales quienes diriman si prima la convocatoria electoral o las mociones registradas tanto por PSOE como por Más Madrid.

Ayer se escenificaron las ‘fotos de la unidad’ en no pocos gobiernos tanto autonómicos como municipales. El miércoles mismo, José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, reiteraba su confianza en Begoña Villacís, su vicealcaldesa, y viceversa.

Por su lado, Juanma Moreno, presidente de Andalucía, ha hecho lo propio respecto a Juan Marín, su vicepresidente. A su vez, Fernández Mañueco, jefe de la Junta castellano-leonesa, también manifiesta su “plena confianza” en Ciudadanos.

Algunos ‘barones’ populares reprochan a Pablo Casado su deriva

Ambos dirigentes populares han mostrado recientemente sus discrepancias con el rumbo que ha tomado la Ejecutiva del PP. “Estas cosas pasan cuando no se está en lo que toca, que es el gobierno”, dijeron fuentes próximas al presidente andaluz en un claro reproche.

Es más, ambos ‘barones’ consideran que las maniobras políticas de Génova y el enfrentamiento personal de Pablo Casado e Inés Arrimadas están detrás de lo sucedido en Murcia y Madrid.

Lo cierto es que el tablero político se mueve de manera convulsa. Al menos por ahora. En el PP, el gran perjudicado por todos ellos es Teodoro García Egea, secretario general del partido, que es quien tejió las alianzas. “Hoy es un día triste, porque muchos españoles están defraudados con sus políticos. El PSOE, Ciudadanos y Podemos, se han unido contra un enemigo común: el Partido Popular”, lanzaba en Twitter.

Y es que poco queda de la ‘foto de Colón’, cuando se escenificó la unidad de la derecha contra Pedro Sánchez. A partir de ahí se diseñaron los pactos para evitar gobiernos progresistas allá donde fuera posible.

De un tiempo a esta parte, la estrategia de Inés Arrimadas es arrojar a Pablo Casado a los brazos de Santiago Abascal. Trata, así, de ganar terreno electoral en el centro-derecha.

Mientras, el líder popular trata de zafarse de ese estigma que le persigue por su radicalización hacia las posiciones de la ultraderecha. Intenta recuperar votantes por su izquierda tras las sucesivas derrotas electorales. Incluso, incorpora a sus filas a dirigentes naranjas.

Acosado por los frentes judiciales abiertos, Pablo Casado insiste en refundar el partido y reunificar el centro-derecha. Sin embargo, los problemas internos están haciendo mella. No están mejor en Ciudadanos.

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