Esta se une al intento de violación denunciado por Christine Blasey Ford.
Brett Kavanaugh, candidato de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, al Tribunal Supremo, está siendo investigado por una segunda acusación de agresión sexual. En esta ocasión, se trata de Deborah Ramírez.
La mujer afirma que fue obligada por Kavanaugh a tocarle el pene sin su consentimiento cuando era estudiante en la Universidad de Yale, durante el curso 1983-84. “Creo que el FBI debería investigarlo”, asegura Ramírez.
Como era de esperar, el candidato de la Casa Blanca el Tribunal Supremo ha negado los hechos. “La gente que me conoce sabe que esto no ocurrió y así lo he dicho. Es una calumnia simple y llanamente”. “Estoy deseando testificar el jueves para contar la verdad y defender mi buen nombre y la reputación de carácter e integridad que me he labrado durante toda mi vida y contra esas acusaciones de último momento”, señaló.
Desde la Administración Trump se mantiene el apoyo a Kavanaugh y dicen que se trata de una “campaña coordinada de calumnias” organizada por la oposición demócrata. Así, Kerri Kupec, portavoz de la Casa Blanca, ha indicado que “esta acusación no comprobada que data de hace 35 años es el último paso de una campaña coordinada de calumnias de los demócratas que pretenden hundir a un buen hombre”. A ello agrega: “Esta acusación ha sido desmentida por todos los que estaban presentes y es inconcebible para cualquier mujer u hombre que conozca al juez Kavanaugh”.
Según algunos medios, altos cargos republicanos ya conocían la acusación de Ramírez, mientras que un portavoz del senador Mike Lee, miembro de la Comisión Judicial ante la que declarará el juez el próximo jueves, asegura que no conocían el caso.
Esta es la segunda acusación de agresión sexual contra el candidato de la Casa Blanca al tribunal supremo. Antes, Christine Blasey Ford acusa a Kavanaugh de intento de violación en 1982, siendo ambos estudiantes de secundaria en Maryland. Ford también declarará este jueves.