La OTAN se tambalea tras la crisis entre Francia y EEUU

La OTAN se tambalea tras la crisis entre Francia y EEUU

La crisis abierta entre Francia y Estados Unidos a cuentas de la alianza Aukus no se queda sólo en eso, una crisis, sino que salpica de lleno a la OTAN.

Las consecuencias en la Alianza Atlántica son impredecibles. De un lado, la estrategia europea para Asia-Pacífico que iba a presentar Josep Borrell, Alto Representante de la política exterior de la Unión Europea, dejaba de tener sentido en el mismo momento de su presentación el jueves, cuando se anunció en paralelo la nueva alianza de EEUU, Australia y Reino Unido.

Por otra parte, el cuestionamiento de la utilidad de la propia OTAN, cuyo ‘servicio’ se pone más en duda tras el fracaso en Afganistán.

Además, la Alianza Atlántica teme las reacciones de franceses y estadounidenses en las próximas cumbres o reuniones. Lo cierto es que los expertos consideran que la UE debe empezar a acostumbrarse a que Estados Unidos va a su ritmo.

La Alianza Atlántica puede convertirse en un instrumento poco útil

La Administración Biden tiene otros intereses que no pasan necesariamente por este lado del Atlántico. Por ello, la OTAN podría llegar a convertirse en un instrumento poco útil para EEUU y también para la UE.

Dicho esto, en la Alianza Atlántica crece la preocupación porque ninguna de las partes implicadas en la crisis aún no ha emitido comunicado alguno. Desde la OTAN se limitan a recordar que en la última cumbre, celebrada en Bruselas, se decidió estrechar lazos en la región del Pacífico.

Por tanto, asociarse con países como Australia, Nueva Zelanda, Japón o Corea del Sur. El objetivo, señalan las fuentes, “promover la seguridad común y apoyar el orden internacional basado en reglas”.

Asimismo, evaluar “los desafíos de seguridad global donde los intereses de la OTAN se ven afectados, a través de un compromiso político más profundo”.

El secretario general de la OTAN viaja a EEUU

De hecho, “los aliados ya se reunieron la semana pasada con los socios de Asia-Pacífico para discutir sobre cuestiones de defensa cibernética”, apuntan.

Sin embargo, Australia no aprovechó para informar del acuerdo que estaba negociando con Estados Unidos y que implicaba romper un contrato millonario con Francia.

En ese contexto, Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza Atlántica, viajará a finales de mes a EEUU. En cambio, no se prevé ni un contacto fugaz con Joe Biden.

De lo que no hay duda es que el gran perdedor es Francia. “No solo pierde dinero, sino prestigio y se debilita su industria militar en general”, señala el profesor Frederik Ponjaert, del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad Libre de Bruselas.

Y no sólo eso. Es el “único país europeo que tiene territorios en el Pacífico, donde viven más de millón y medio de ciudadanos franceses”.

A su vez, y al margen de ello, China se sentirá acosada. Pero es que China también es un rival de la Unión Europea. Además, a todos los aliados de la UE en la región, léase, Japón, India, Taiwán y Corea del Sur, les interesa contener al gigante asiático.

Con este movimiento norteamericano, a esos cuatro países les conviene más acercarse a Estados Unidos que a la Unión Europea.

Temor a que Trump vuelva a ganar

Y es que las administraciones estadounidenses son las administraciones estadounidenses. El ‘trumpismo’ ha dejado una huella que los demócratas no pueden ignorar.

Ahora, tras lo sucedido con Aukus, no se puede dar por sentado que se acabó el unilateralismo de la era Trump. Más aún si los republicanos vuelven a ganar en 2024.

Porque los 74 millones de votos que cosechó el anterior inquilino de la Casa Blanca pesan mucho frente a los 81 que recogió Biden. Y eso es algo que el Partido Demócrata va a tener presente ahora y en el futuro más cercano.

Además, en Europa no todos comparten las preocupaciones de Estados Unidos respecto a China. Ante ese escenario, la OTAN no es el lugar adecuado para abordar una cuestión como esa.

Pese a ello, su estructura, recursos y función no se va a ver afectada por Aukus. Por eso, la Alianza Atlántica se convierte en la mejor asociación para una defensa colectiva, con independencia de los movimientos de la nueva alianza.

La UE debe actuar por su cuenta

Así las cosas, Europa debe empezar a pensar y actuar de acuerdo con sus propios intereses. Ha quedado claro que Estados Unidos tiene como prioridad contener la expansión china. Es en lo único en lo que coinciden demócratas y republicanos y Washington actuará bajo esa premisa.

No hay que olvidar, por otra parte, que los estadounidenses mantienen ya un crisol de alianzas bilaterales en la zona. De hecho, Aukus vendría a cimentar la estrategia de asociación de EEUU en función de sus propios y exclusivos intereses.

Sin embargo, a la UE no le interesa que Biden fracase en su nueva estrategia. Más aún si regresa Trump al poder, por lo que conviene que Europa afronte los nuevos desafíos con paciencia, aunque los expertos coincidan en que las aguas terminarán por calmarse.

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