La denuncia falsa por homofobia del joven de Malasaña ha servido de excusa a la oposición para pedir la dimisión de Fernando Grande-Marlaska.
El ministro del Interior explicó que la Policía no trasladó este pasado martes sospecha alguna de que hubiera incoherencias en la declaración del denunciante.
Señaló que es un tipo de caso en el que se tienen en cuenta “muchas hipótesis”. Además, dijo, el Ministerio informó cuando tuvo conocimiento. “Me enteré ayer a la tarde cuando declara el denunciante sobre los hechos y modifica su declaración”, apuntó.
“Buena prueba de ello es que el propio ministro del Interior, conocedor de lo que este asunto había traído a la opinión pública, dio la noticia y expuso lo que había acontecido en el transcurso de la investigación”, abundó.
De este modo respondía Marlaska a las críticas vertidas por la oposición que le acusan de retener información sobre este caso. La denuncia falsa se tramitó el domingo.
Y es que el caso provocó que Pedro Sánchez convocara para este viernes la reunión de la comisión de seguimiento de los delitos de odio.
Así, el ministro indicó que “la Policía no había dado sospechas. Además, estas investigaciones son muy complejas. Hay muchas hipótesis de trabajo, muchas hipótesis en las investigaciones hasta que al final se desarrolla y concluye”, destacó.
Respecto a sus declaraciones, sobre las que la prensa le preguntó en un acto de inauguración de un cuartel de la Guardia Civil, sostuvo que no señaló a Vox.
“Yo la única responsabilidad que asumo es la de trabajar y seguir trabajando”, insistió. “Yo no he señalado a ningún partido, yo he señalado determinadas declaraciones políticas, públicas y en las redes sociales que generan un caldo de cultivo para actos como los indicados”, declaró.
Es más, tiene intención de continuar siendo “responsable de la coordinación” para combatir esta “lacra”. Los delitos de odio se han incrementado un 10% en el último año. Pr tanto, remarcó Marlaska, es algo que no se debe “banalizar”.
Al tiempo, admitió que una denuncia falsa como la interpuesta por el joven de Malasaña hace daño al colectivo LGTBI. La realidad es que el joven consintió las lesiones en la cara y un glúteo.