La ONU no es partidaria de la vacunación obligatoria

La ONU no es partidaria de la vacunación obligatoria

En pleno debate acerca de la vacunación obligatoria, especialmente en la Unión Europea, la ONU se ha mostrado contraria a esta medida.

“En ninguna circunstancia” debe administrarse en la vacuna contra la Covid-19 “por la fuerza”. Así lo ha trasladado Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Ha destacado que “a menos que todas las personas tengan acceso a las vacunas, los requisitos de inmunización no serán compatibles con los derechos humanos. Sin embargo, en ninguna circunstancia se debe administrar una vacuna a las personas por la fuerza”.

A ese respecto, remarcó que la vacunación obligatoria debe partir del hecho de que las vacunas estén disponibles y asequibles para toda la población.

Así, de cumplirse este requisito, Bachelet reconoce que resulta aceptable la obligatoriedad de vacunarse para acceder a escuelas o espacios públicos.

No obstante, reclamó que, si se imponen sanciones a las personas que se nieguen a vacunarse, éstas deben ser proporcionadas. Además, tienen que estar sujetas a revisión por parte de las autoridades judiciales.

En ese sentido, señaló que “los mandatos de las vacunas deben cumplir con los principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad y no discriminación.

Asimismo, “deben estar previstos por la ley, con las garantías procesales adecuadas”. Eso incluye, según indicó, “el derecho a solicitar una exención y el derecho a apelar cualquier forma de sanción ante una autoridad imparcial e independiente”.

La vacunación obligatoria debe revisarse con frecuencia

A su vez, reivindicó que esas medidas tienen que aplicarse sólo cuando sea absolutamente necesario para preservar la salud pública.

Al margen de ello, la Alta Comisionada matizó que la vacunación obligatoria debe revisarse frecuentemente. De ese modo, se garantiza que será “proporcionada y no discriminatoria” y que solo se prolongue su vigencia sea continúa siendo necesaria.

Por otro lado, alertó de que “al 1 de diciembre, apenas el 8% de los adultos había recibido una dosis de la vacuna en los países de renta baja”. Lo contrastó con el “65% en los países de ingresos altos. Es profundamente injusto e inmoral”, aseguró.

En ese sentido, subrayó que el acceso desigual resulta contraproducente y peligroso para todo el mundo.

“Diré esto una vez más. Ninguno de nosotros está a salvo hasta que todos estemos a salvo. La falta de acceso y distribución universal y equitativa de vacunas en este momento está prolongando la pandemia. Esta pandemia es una gran crisis mundial y requiere una respuesta mundial unida”, zanjó.

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