Llamamiento de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a los países del mundo para que actúen con rapidez frente a ómicron. Los próximos días y semanas marcarán la evolución de la variante del coronavirus.
Por eso, Tedros Adhanom, director general de la OMS, defiende que, “si los países esperan a que sus hospitales empiecen a llenarse, será demasiado tarde. No esperen. Actúen ahora” frente a ómicron, ha señalado.
A su vez, la doctora Maria van Kerkhove, epidemióloga de la agencia de salud de la ONU, sostiene un mensaje en esa misma línea. Así, remarcó que no se puede esperar a reaccionar en enero o febrero.
Al tiempo, destacó “la utilización de herramientas de salud pública de eficacia probada para reducir la transmisión”.
En ese sentido, subrayó que “a situación sigue siendo muy diversa en todo el mundo y Delta sigue siendo dominante a nivel mundial”.
No obstante, Tedros ha informado de que ómicron sigue extendiéndose por el todo el mundo. Son ya casi 60 los países que han notificado la presencia de esta variante.
Asimismo, alertó de que este número de países irá en aumento porque su propagación es global y cuenta con gran número de mutaciones. Por eso, ómicron podría tener un gran impacto en la evolución de la pandemia, pese a que no se conoce su alcance.
A ese respecto, ha pedido “a todos los países que aumenten la vigilancia, las pruebas y la secuenciación. Las pruebas de diagnóstico existentes funcionan, tanto la PCR como las pruebas rápidas basadas en antígenos”.
“Los recientes datos de Sudáfrica sugieren un mayor riesgo de reinfección con ómicron, pero se necesitan más datos para sacar conclusiones más firmes”, añadió.
También Michael Ryan, responsable de respuesta emergencia de la OMS, ha insistido en el asunto de la transmisibilidad del virus. Sin embargo, aseguró que su condición de más transmisible no lo convierte en “más virulento o letal”.
No obstante, advirtió de que “si permitimos que los virus se transmitan sin control, generarán más. Ya lo vimos con delta y con otras variantes”.
En ese sentido, dijo, “si se permite que se propaguen sin control, aunque no sean individualmente más virulentos o letales, simplemente generan más casos. Ejercen presión sobre el sistema sanitario y mueren más personas. Eso es lo que podemos evitar”, insistió.