El optimismo se ha disparado después de conocerse la eficacia de la vacuna de Pfizer o la de Moderna y o la Universidad de Oxford. Sin embargo, aunque está justificado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que, a pesar de ello, la epidemia no se acabará.
Así, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general del organismo, asegura que “el progreso en las vacunas nos anima a todos. Ahora podemos empezar a ver la luz al final del túnel. Sin embargo, a la OMS le preocupa que haya una percepción cada vez mayor de que la pandemia de Covid-19 ha terminado”.
A ese respecto, la OMS destaca que la epidemia tiene aún un largo camino por recorrer. Las medidas adoptadas por los ciudadanos y los gobiernos determinarán su fin.
“Sabemos que ha sido un año difícil y la gente está cansada, pero en los hospitales, que están funcionando a su capacidad o por encima de ella, es lo más difícil posible”, añadió.
Insistía de este modo en que la vacuna no es la única solución para detener y acabar con la Covid-19. Hay que complementarla siguiendo con las medidas de prevención contra los contagios.
En ese sentido, Adhanom Ghebreyesus admitió que “en la actualidad, muchos lugares están presenciando una transmisión muy alta del virus. Está ejerciendo una enorme presión sobre los hospitales, las unidades de cuidados intensivos y los trabajadores de la salud”.
Siguiendo esa misma línea, Mike Ryan, principal experto en emergencias de la OMS abundó en que “estamos viendo que surgen datos que indican que la protección puede no ser de por vida. Por tanto, pueden ocurrir reinfecciones”. Así las cosas, Ryan fue muy contundente. “Las vacunas no equivalen a cero Covid”, manifestó.
Al margen de eso, Reino Unido es el primer país que dará luz verde a la distribución de una vacuna, en concreto la de Pfizer. La previsión es comenzar la campaña de vacunación esta semana.