La Organización Mundial de la Salud (OMS) venía alertando desde hace días de la velocidad de transmisión de la variante ómicron del coronavirus. De hecho, este fin de semana pasado instó a los países a actuar ya contra esta mutación.
Tal es así que la agencia de la ONU cree que ya está presente en la mitad de los países del mundo. En esos términos se ha manifestado Tedros Adhanom, director general de la OMS.
De hecho, debido al rapidísimo avance de ómicron hay que prestar especial atención a un posible colapso sanitario. Se está expandiendo “a un ritmo que no habíamos visto en ninguna las cepas anteriores”, advierte.
Según admitió en rueda de prensa, la variante “probablemente ya está en la mayoría de los países, incluso en los que aún no ha sido detectada”. En Reino Unido, Boris Johnson, su primer ministro, avisó también de que “se avecina una marea de ómicron”.
Para el caso de España, se espera que llegue “entre la segunda y la tercera semana de enero”. Así lo trasladó al diario Nius Álex Arenas, catedrático de la Universidad Rovira i Virgili y divulgador científico.
Y es que la OMS continua alertando de que no hay que perder el respeto a la nueva variante. “La gente está considerando que la variante Ómicron está asociada a casos menos graves, pero ya hemos aprendido antes que subestimar este virus es peligroso”, señaló Tedros.
Agregó que “incluso si la Ómicron causa menos casos graves, un fuerte aumento de los contagios puede nuevamente colapsar sistemas sanitarios no suficientemente preparados”.
En ese sentido, hizo hincapié en que “las vacunas por sí solas no van a sacar a ningún país de esta crisis”. La transmisión, explicó, debe afrontarse por varios medios, lo que supone usar mascarillas, evitar aglomeraciones, ventilar y lavarse las manos.