Boris Johnson, primer ministro británico, se enfrenta a una ola de dimisiones tories mientras que diecisiete diputados conservadores ya han presentado una solicitud para una moción de censura contra él.
Concretamente, cinco asesores del premier dimitieron en menos de 48 horas. Se añade más presión a un Johnson más cuestionado que nunca, aún más tras publicarse parcialmente el informe de las fiestas en Downing Street.
En esa ola de dimisiones tories, Elena Narozanski ha sido la última en presentar su renuncia. La primera en hacerlo fue Munira Mirza, una de las asesoras más antiguas.
Esta última dimitió por el uso que el primer ministro hizo una difamación relacionado con el caso de un pedófilo llamado Jimmy Saville. Johnson lo utilizó contra Keir Starmer, líder del Partido Laborista.
En cambio, los otros tres, Dan Rosenfield, Martin Reynolds y Jack Doyle renunciaron a estar implicados en el escándalo de las fiestas.
Según informa la prensa británica, el premier ha dado un pequeño mitin a sus empleados este viernes. La frase extraída de la película El Rey León, “el cambio es bueno” ha sido el eje central de su discurso.
Así, Johnson y su equipo admiten que su cargo afronta una época “de retos”. Entretanto, un portavoz gubernamental ha señalado que el primer ministro ha incidido en el “privilegio” que representa trabajar en el 10 de Downing Street.
Por otra parte, siguen sumándose diputados tories a la solicitud de moción de censura contra Johnson. Así, Aaron Bell, que ya fue muy crítico con Johnson por los llamados ‘viernes del vino’, se ha adherido a esta petición. Aseguró en Twitter que en la posición del premier es “insostenible”.
El informe de Sue Gray, la funcionaria encargada de la investigación, ha sido el definitivo detonante de esta ola de dimisiones y solicitudes.
Dicho informe se público parcialmente ya que hay otra investigación, abierta por Scotland Yard, que todavía no ha concluido.