En la madrugada de este viernes se hizo público un dictamen de Naciones Unidas por el que declara ilegal la ocupación israelí en territorio palestino.
Así lo ha determinado la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas sobre el Territorio Palestino Ocupado, que incluye Jerusalén Occidental.
Navi Pillay, presidente de esta comisión, ha señalado que hay “motivos razonables” para alcanzar la conclusión de que la ocupación israelí vulnera las normas internacionales.
De este modo, emite su primer informe ante la Asamblea General. Explica que la razón por la que se incumple la ley internacional es por la permanencia de las políticas de anexión del Gobierno de Israel.
El Derecho Internacional humanitario señala que ocupar un territorio en tiempo de guerra es una situación transitoria.
Sin embargo, no priva al país ocupado de su condición de Estado ni de su soberanía.
Según Pillay, “declaraciones recientes del secretario general (de la ONU) y numerosos Estados miembros han indicado claramente que cualquier intento de anexión unilateral del territorio de un Estado por otro Estado es una violación del derecho internacional y es nulo y sin efecto”.
Aludía a la votación de la semana pasada en el que 143 Estados en la Asamblea General rechazaron que Rusia se anexionara cuatro regiones ucranianas. Entre los que votaron a favor de ese rechazo se encontraba Israel.
Además, la comisión ha señalado que ese principio fundamental de la Carta de Naciones Unidas “dejará de tener sentido” si no se aplica universalmente.
Así las cosas, se revisaron las políticas y acciones utilizadas por Israel para continuar con la ocupación y anexionarse parte del territorio palestino.
Entre dichas acciones, el avance en su “empresa de asentamientos”. Asimismo, distintos funcionarios han declarado que la intención es mantener el control permanente aun violando el Derecho Internacional.
La ocupación israelí vulnera el Derecho Internacional
De este modo, ignorando la legalidad “al establecer o facilitar el establecimiento de asentamientos, y al transferir directa o indirectamente a civiles israelíes a estos asentamientos, los sucesivos gobiernos de Israel han establecido hechos sobre el terreno para garantizar el control permanente de Israel en Cisjordania”, asegura la también antigua Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Por tanto, según el informe, Israel continúa violando los derechos de los palestinos individualmente y en conjunto como pueblo.
Expropian tierras y recursos naturales, algo que implica confiscar y demoler, además del desplazamiento de los residentes.
En ese sentido, el comisionado Miloon Kothari ha avisado de que “estos procesos debilitantes tienen graves consecuencias a corto y largo plazo y deben abordarse con urgencia”.
Se debe al gran “’daño silencioso’ y trauma psicológico, que puede no ser evidente de inmediato, como resultado de la erosión de los derechos económicos, sociales y culturales”, explica.
A ese respecto, la comisión ha evaluado el impacto de las políticas de anexión y ocupación israelí especialmente en las mujeres y los niños.
“Este entorno coercitivo continuo ha fragmentado a la sociedad palestina”, afirma.
Para terminar, el informe determina que algunas de estas políticas y acciones dirigidas a la ocupación permanente y la anexión podrían considerarse crímenes de derecho penal internacional.
Ello incluiría el crimen de guerra de transferir, directa o indirectamente, parte de los bienes propios y población civil al territorio ocupado. Asimismo, el crimen de lesa humanidad de deportación o traslado forzoso, concluye.