El ritmo de las campañas de vacunación contra la Covid-19 y las medidas de estímulo fiscal están detrás de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revise positivamente las perspectivas de crecimiento de la economía mundial.
Así, el ‘club de los países ricos’ pronostica un crecimiento del PIB mundial del 5,6% en 2021 después de la caída del 3,4% de 2020. Esto último lo había advertido el FMI ya en abril del pasado año.
La nueva previsión de la OCDE supone una mejora de 1,4 puntos porcentuales respecto a la de diciembre. A su vez, eleva en tres décimas su proyección de crecimiento para 2022, hasta el 4%.
De cumplirse el pronóstico, la economía mundial crecerá “a mediados de 2021” por encima de los niveles de actividad anteriores a la epidemia. No obstante, avisa de que hay indicios de una creciente disparidad en el reino recuperación de los países y sectores.
Así las cosas, la recuperación pronosticada a nivel global supondrá una expansión a menor ritmo para finales de 2022 respecto a la previsión pre-epidemia.
Tal es así que señala que las estrictas medidas de contención frenar a la recuperación en algunos países y sectores de servicios a corto plazo. En cambio, otras economías y sectores se beneficiarán de las políticas de salud pública más eficaces.
Por tanto, un despliegue más rápido de vacunas y un fuerte apoyo público redundarán en un crecimiento más vigoroso.
En ese sentido, Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, apunta que “a pesar de la mejoría de las perspectivas globales, la actividad y los ingresos en muchos países seguirán por debajo de lo previsto antes de la pandemia a finales de 2022”.
Para la zona euro en concreto, la OCDE prevé una mejora en tres décimas del pronóstico de crecimiento en 2021, situándolo en el 3,9%. Asimismo, la expansión del PIB en 2022 será del 3,8%, lo que supone medio punto porcentual respecto al pronóstico de diciembre.