La OCDE alerta que España se queda atrás

La OCDE alerta que España se queda atrás

El débil comportamiento de la actividad turística y el de otros sectores han hecho saltar la alerta en la OCDE. Advierte de los riesgos observados tras el último balance llevado a cabo después de actualizar el índice compuesto de indicadores líderes (CLI).

Éste se compone de varios indicadores económicos que terminan mostrando una señal anticipada de aceleradores o desaceleradores del PIB. Así, se convierte en una referencia clave. No sólo compara la evolución que se prevé para un país respecto a las grandes economías, sino que lo hace con ella misma.

En ese sentido, el resultado no es positivo para España. El dato retrocede siete puntos respecto al mismo mes del año previo. En cambio, en el resto de los países de la Eurozona el descenso es de tan solo dos puntos.

El comportamiento de la economía española ha tenido un registro inverso al de los demás países análogos, avisa la OCDE. La evolución de la economía continúa con su mejora entre los miembros del club de los países desarrollados. Sin embargo, el indicador en el caso de nuestro país cae 0,63 puntos en comparación con el mes de junio.

Lo importante aquí no es en sí el descenso observado, sino el cambio de tendencia. Esto supone el riesgo de que España se quede rezagada en la recuperación.

“Este mes, el CLI para España apunta a signos tentativos de desaceleración en contraste con el fortalecimiento continuado” de la economía mundial, señala un portavoz de la organización a Europa Press.

Así las cosas, de entre los 37 países de la organización, España es el que más retrocede, junto a Eslovaquia y Eslovenia.

El índice de confianza del consumidor es un indicador clave para la OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos publica también en su página web el índice de confianza del consumidor. En este caso, nuestro país tampoco sale bien parado puesto que se sitúa en la parte baja del ranking.

En consecuencia, la OCDE pone el foco en este aspecto y lo señala como una parte importante de la ralentización en las previsiones económicas de España. Se queda lejos de la media europea y sólo supera a países como Estonia, Corea, Japón, Letonia, Eslovenia y Turquía.

Hay que tener en cuenta que este índice anticipa el comportamiento de las familias en función de cómo perciben la marcha de la economía. Si el dato es bajo, la previsión es una contracción del consumo a corto plazo y mayor intención de ahorro.

Detrás de ello está el temor a perder el trabajo y a una merma en su renta. En cambio, un dato alto significa confianza y seguridad, y ya se sabe que para el PIB lo mejor es que la población piense que las cosas van bien.

Lo contrario muestra el índice de confianza empresarial. Los empresarios españoles son optimistas y el dato de julio siguió en alza. Se mantiene por encima de la media de los países europeos y de la propia OCDE.

Otro dato no muy positivo es el mostrado por el Índice de Producción Industrial publicado por el INE respecto al mes de junio. Este indicador refleja cómo evolucionó la producción de las fábricas tres meses después de la declaración del estado de alarma.

Caen el consumo y la inversión

Lo bueno es que la actividad mejora respecto a mayo, pero cae un 14% comparando con el mismo mes de 2019. La industria sigue todavía lejos de los niveles pre Covid y continúa acusando los efectos de la epidemia. No hay que olvidar que en abril la caída fue del 34% y en mayo del 24%.

La industria de bienes de consumo duradero, entre ellos el sector del automóvil, retrocede un 16%, y la de bienes de equipo un 17,9%. Los consumidores apenas invierten en la primera mientras que las empresas tampoco lo hacen en la segunda.

En este último caso, detrás está la caída de la producción y la incertidumbre sobre cómo evolucione la economía. La industria farmacéutica es la única que presenta datos positivos, mejorando un 6,8% comparando con hace un año.

Para ir terminando, cabe recordar que el club de los países desarrollados ya indicó en junio que la economía española era la más amenazada por el impacto de la epidemia. Se estimó que el PIB en 2020 se contraería entre un 11,1% y un 14,4% según si había o no rebrotes.

Así, la previsión para los próximos meses es que España se descuelgue de la evolución del resto de miembros de la OCDE. El indicador general se eleva hasta a los 97,98 puntos frente a los 97,04 del mes precedente. Supone un “fortalecimiento continuado”.

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