Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, han sido el único de los barones del PP que trata de apaciguar en la formación.
Tras las incendiarias declaraciones de Isabel Díaz Ayuso, su homóloga de la Comunidad de Madrid, ningún otro dirigente popular ha hecho comentario alguno. Excepción hecha de la Dirección Nacional… y de Cayetana Álvarez de Toledo, diputada rasa y exportavoz del PP, que tampoco acabó bien con la cúpula.
Así, en rueda de prensa después de la reunión semanal de su Gobierno, Núñez Feijóo ha intentado calmar la tormenta.
“Si hay problemas orgánicos dentro del PP en Madrid, se tienen que resolver de forma inteligente y no provocando un incendio”, señaló.
Sin dejar claro si se refería a Ayuso o a García Egea, el líder de gallego ha criticado el supuesto espionaje a la dirigente madrileña. Con rotundidad, avisó de que “no” le parece “normal”.
“No procede contratar a ningún investigador privado para espiar a un compañero y ver contratos que están en el portal de transparencia”, aseguró. “Si se ha hecho, me parece inaudito e imperdonable perder el tiempo en esto”, añadió tajante.
Pero no se ha quedado ahí. Núñez Feijóo deslizó que, “si es que produjo” quien dio esa orden de espiar a Ayuso debería dar “una explicación”. Y asumir las pertinentes “responsabilidades”, agregó.
Por otro lado, respecto a si el hermano de Ayuso se habría beneficiado por la adjudicación de un contrato, señaló que no le preocupa el fondo de la cuestión. Al menos, según los datos que él conoce, matizó.
En cambio, sí mostró su preocupación por la situación orgánica que vive el partido. De ahí que haya hecho un llamamiento para actuar de forma “tranquila”, “sosegada” y con “inteligencia”.