La nueva boca al sureste del cono del volcán emite menos cenizas

La nueva boca al sureste del cono del volcán emite menos cenizas

En la tarde de este viernes se abrió una nueva boca al sureste del cono del volcán de La Palma, arrojando gran cantidad de cenizas y gases. Sin embargo, con el transcurso de las horas parece que ha disminuido su actividad. No obstante, no se descarta que aparezcan otros centros de emisión.

Según explicó María José Blanco, portavoz del Comité Científico del Pevolca, esta nueva boca es un centro de emisión antiguo que se reactivó. Su actividad freatomagmática –producida por la interacción de agua y magma— se limitó, entonces, a emitir sólo cenizas.

Coincide el comienzo de estas emisiones con una mayor actividad freatomagmática de los centros de emisión del cono principal. Así, los miembros del Comité Científico ya han visita la nueva boca.

Además, señaló, es una zona que ya estuvo emitiendo gases a moderadas presiones hace unos días. Este sábado surgió concentrada en el terreno y con lanzando cenizas al aire.

Por otro lado, respecto a las coladas al sur de la montaña de La Laguna, la más cercana a la montaña evoluciona hacia el oeste. Continúa ahora a una velocidad más lenta y ya se encuentra a unos 300 o 400 metros del mar.

De ello ha informado Rubén Fernández, director técnico del Pevolca, que explicó que el dedo que se separó de esta colada destruyó el campo de fútbol. Sigue avanzando a un ritmo lento. Eso sí, recordó que la zona se evacuó, por lo que no hay peligro para la integridad física de personas.

Así las cosas, la lava se extiende ya por 742 hectáreas, con una anchura máxima de la colada de 2.350 metros. Asimismo, según los datos de Copernicus, 1.923 edificios o instalaciones han sido afectados. De ellas, 1.826 han quedado destruidas y 97 están en riesgo o afectadas en parte.

Por último, también en la madrugada de este sábado se registraron dos terremotos seguidos, uno de magnitud 4,3 y el otro de magnitud 4,5. Al principio, se creyó que se trataba de un solo sismo.

Sin embargo, posteriormente se constató que se trató de dos, localizados a profundidades de 37 y 34 kilómetros. El segundo se sintió con intensidad de IV-V.

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