Nos invade la ligirofobia

Es posible que muchos no sepan que padecen esta fobia que, realmente, existe y va a más. El temor a que un montón de globos comiencen a estallar, el nerviosismo cuando se lanzan cohetes al cielo o petardos al suelo… son manifestaciones que podrían indicar que sufrimos ligirofobia, dicho de otro modo, el miedo a los ruidos fuertes y repentinos, según ha trasladado Quo.
Para comenzar, vamos a analizar la palabra «Ligirofobia». Esta palabra proviene del griego y está compuesta por «ligir” que significa ‘agudo’, y por “fobos», cuyo significado es ‘miedo o fobia’. Por lo tanto, su significado literalmente, sería «miedo a sonidos agudos». Otra fobia o miedo parecido a la ligirofobia es la “fonofobia» que consiste en el miedo determinados sonidos puntuales como un sorbido, el sonido del cubierto sobre el plato, el goteo de algo líquido o el sonido de la tiza en la pizarra.
No es necesario que ese sonido se llegue a producir. Simplemente, el intuir que, en cualquier momento, puede producirse un estruendo, provoca en nuestro cuerpo reacciones como sudoración, ansiedad, nerviosismo, irritabilidad, náuseas, aumento de la frecuencia cardíaca o sequedad en la boca. Un ejemplo de ello, estar rodeado de gente que infla globos con su boca y te piden que lo hagan, puedes llegar a sufrir alguno de los síntomas. No es necesario que explote ningún globo pero simplemente encontrarse en esa situación puede ser estresante.
Tal como señalan en Psicología y Mente, si los síntomas son persistentes, puede que no se trate de un miedo o fobia de origen psicológico, «sino un síntoma de hiperacusia, que es la disminución de la tolerancia de los sonidos naturales causada por afectaciones en la fisiología de oído». De forma habitual, este miedo se produce en niños pequeños y puede desaparecer con el tiempo, pero muchas personas las siguen padeciendo de adultos.
Es verdad que muchos no se han planteado que puedan padecer esta fobia o miedo, ya que se puede vivir con ella sin problemas, ya que las situaciones en las que nos encontramos con este tipo de ruidos fuertes y repentinos son escasas. Por ello, seguro que las personas que la sufren no van a visitar las Fallas de Valencia.

1 thoughts on “Nos invade la ligirofobia”

  1. Los perros y los niños recién nacidos padecen ligirofobia. Los perros cuando oyen fuegos artificiales o ruidos de petardos se esconden debajo de la cama, los recién nacidos cuando oyen ruidos agudos y fuertes empiezan a llorar. Y hay adultos que no soportan esos ruidos ensordecedores.

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