“Nos adaptamos, mientras esperamos”, por Francisco Estepa Vílchez.

Francisco Estepa Vílchez.

Venimos a este mundo solamente con un cuerpo pequeño y frágil, al que alimentamos y utilizamos mientras disfrutamos de un breve lapso de tiempo en el que también vamos sufriendo por algunas cosas que se cruza en nuestro camino. Sufrimos por quienes queremos, pero hay quienes sufren también por las víctimas de las guerras, por los náufragos en el Estrecho de Gibraltar o por los toros que mueren en la plaza para sostener lo que otros llaman “arte”. Pero también hay quienes sufren porque un Rey tenga que abandonar su país rodeado de su escolta y con una fortuna de origen bajo sospecha, aunque estén subsistiendo gracias a un ERTE por la COVID de un gobierno “social-comunista” al que tachan de ilegítimo. Cada uno sufre por lo que le importa.

Mientras tenemos salud, algunos no piensan en la importancia de un sistema público y universal de calidad, aunque veamos como en países no muy lejanos y sin nuestras políticas sociales, el coste de los tratamientos o el número de camas públicas hospitalarias por habitante, por ejemplo, está muy por detrás de nuestro país. ¿Cómo se puede pasar en la Comunidad de Madrid de solicitar voluntarios para tareas de rastreadores y sin cobrar, para dar un contrato de decenas de miles de euros a una empresa “a dedo”? ¿Es que no hay soluciones intermedias o es que algunos políticos son tan incompetentes que solamente sirven para hacerse fotos y externalizar servicios públicos?

Si algo caracteriza a nuestra especie, es su capacidad de adaptación. Nos adaptamos al clima, a la guerra y a la paz, a la pobreza y a la riqueza, a tener trabajo y a sobrevivir sin tenerlo, al amor y a la soledad después de ser traicionados. Todo son situaciones temporales hasta que cambian y llegan otras nuevas a las que volver a adaptarse. Cuando nos son favorables nos adaptamos con facilidad, pero cuando no lo son, nos pueden resultar durísimas. Cuando algunos políticos nos engañan y nos recortan derechos, también nos adaptamos… aunque sea mientras esperamos la oportunidad para volver a cambiar la situación y reclamar nuestros derechos. La cuestión es no rendirse jamás.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *