Hace 20 años, Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, apostó por las energías renovables. Aquello ha valido para que New York Times (NYT) sitúe a la energética como “líder” en eólica y solar.
El prestigioso diario estadounidense destaca cómo desde que Sánchez Galán asumió la Presidencia de la compañía su “misión” ha sido “cambiar la industria eléctrica”.
Asimismo, destaca cómo en 2015 supo ver que Estados Unidos tenía “un enorme potencial en renovables”. Entonces, decidió comprar United Illuminating para crear Avangrid, la filial estadounidense del grupo.
Por todo ello, NYT entiende que Iberdrola está perfectamente posicionada para aprovechar el auge de las renovables en el mundo y en el país norteamericano. Especialmente, tras la llegada de Joe Biden como presidente de Estados Unidos.
Considera que el grupo es una de las pocas utilities a las que los expertos ven como “líderes de una nueva generación de ‘majors renovables’”. Se compararía en influencia a las grandes petroleras como Exxon Mobil o Royal Dutch Shell.
Vio en 2001 que el futuro podría estar en las renovables
Galán declaró al medio que en 2001 vio en el Protocolo de Kioto “una oportunidad” para el giro verde. Era el primer acuerdo internacional de calado para adoptar medidas para la lucha contra el calentamiento global.
Aunque reconoce que sus apuestas fueron arriesgadas ya que “coincidían con el colapso espectacular de Enron” decidió abordar la expansión internacional de la compañía.
Se dio cuenta, en una visita a Estados Unidos, de la cantidad de postes de madera para llevar el tendido eléctrico. “Si un país con tal potencia tecnológica seguía necesitando postes de madera para transportar su electricidad”, concluyó, “había mucho espacio para una empresa como Iberdrola”.
Así las cosas, el diario recuerda que en los próximos cinco años, la energética planea casi duplicar su capacidad de generación de energías renovables.
La inversión ronda los 35.000 millones de euros en energía eólica, solar e hidrógeno. En ese sentido, Iberdrola podría estar lista para despegar en este último sector, como lo estuvo hace 20 años respecto a la energía eólica.