“Neganecios”, por Javier Payo Béjar.

Javier Payo Béjar.

Estamos viviendo una situación caótica en todas los escenarios de la vida, tanto social, económica y políticamente hablando.

En nuestra sociedad ha aflorado un sentimiento paranoico, con la idea recurrente de que existe una conspiración gubernamental que nos quiere dirigir hacia un mundo controlado judeo-masónico sociocomunista.

Pero perdemos de vista lo que realmente es importante y doloroso a la vez, el sufrimiento que se está generando tanto en los hogares como en las residencias y las pérdidas irreparables de las personas que hacen el viaje de no retorno.

Esto se está obviando por todos aquellos que niegan la mayor, que dicen que no está sucediendo y que es un invento.

Y pienso yo, aquellos que confían más en la palabra de Miguel Bosé, que recuerdo a los neganecios que perdió a su madre a causa de la COVID-19, que del médico. Nos destroza a toda la sociedad en general, pero en particular a los más débiles, ancianos, aquellas personas con inmunodeficiencias como es mi caso y los informo que se hacen daño a ellos mismos. Por ello aconsejo y no soy de dar consejos que si no te cuidas por ti mismo, porque te da la real gana, no esperes que nadie lo haga por ti.

Aunque lo peor de todo esta epidemia global es que la actitud irresponsable de unos nos está pasando factura a todos. A unos más que a otros, como siempre.

A estos los invito a que hagan una visita a los hospitales y que comprueben in situ lo que es supuestamente un invento inexistente.

Se está demostrando día tras día que nuestro sistema sanitario es el que está en primera línea de fuego con profesionales que trabajan codo con codo para salvarnos de las consecuencias de nuestras irresponsabilidades.

Son los trabajadores de la Sanidad, pública, aquella que fue herida de muerte en una época no muy lejana… ¡si esa! Esos son los profesionales se la están jugado, son quienes observan, de primera mano, que la inconsciencia de algunos individuos que actúan de una forma gregaria al grito de la negación de lo que está ocurriendo tendrá graves consecuencias si continúan con esa actitud cobrándose vidas que de una forma u otra, pagarán su… me ahorro el calificativo.

Ya ha ocurrido y hay motivos suficientes para ir aprendiendo de los errores. ¿No aprendemos?

Tenemos la fea costumbre de echar balones fuera, que si es culpa de los inmigrantes que han traído este virus a Europa, que si nos quieren tapar la boca con un bozal en forma de mascarilla, que si nos quieren insertar un chip con la futura vacuna, que si se cierran los bares, que si las empresas quiebran por culpa del gobierno, que si… y así mil historias dignas del mejor best seller de novela negra que alimenta las teorías negacionistas que afloran con fuerza en quienes no quieren ver la realidad. Lo que está más claro que el agua cristalina es que somos nosotros mismos los causantes de esta nueva situación debido a las conductas incívicas que hemos tenido a pesar de las normas y consejos que se nos dieron para evitar los repuntes.

Ayer en Toledo, mi ciudad, se nos ha pasado a fase 2 por prevención ante el aumento de casos. Una decisión del gobierno que nos debería hacer pensar pero con el dolor de mi alma creo que se justificarán con razones variopintas carentes de sentido el sentimiento negacionista que surgirá.

Terminó este artículo de opinión con una pregunta. ¿Aprendemos?

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