Sobre la mesa está la reforma laboral, un asunto que enfrenta a Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos, con Yolanda Díaz, titular de Trabajo y Economía Social. Ambas vicepresidentes, segunda y tercera, respectivamente, no sintonizan precisamente en este asunto.
Mientras que la primera, Nadia Calviño, se inclina por seguir las recomendaciones de la Unión Europea, la segunda, Yolanda Díaz, quiere plegarse al acuerdo de gobierno.
Y ahí comienzan, de nuevo, las discrepancias entre el sector morado de la coalición y el socialista.
Díaz ha presentado una propuesta a sindicatos y patronal que va en la línea de desmontar el núcleo duro de la reforma de 2012. Esto no gusta a la CEOE, pero, además, se aleja de lo que Bruselas recomienda.
El asunto no es baladí. Y es que las autoridades comunitarias deben aprobar el plan de reformas para que España acceda a los fondos europeos de recuperación.
Básicamente, la propuesta de Trabajo se centra en cuatro artículos del Estatuto de los Trabajadores. En concreto, el artículo 15 con el fin de prohibir los contratos temporales en subcontratas.
Asimismo, el 42, de forma que se imponga el convenio sectorial a las empresas contratistas. También, el 84, para fijar los salarios haciendo prevalecer los convenios colectivos sobre los de las empresas.
Por último, el 86, con el fin de modificar la vigencia de los convenios, aunque sin concretar el marco temporal.
Si bien es cierto que es un borrador, de partida se limitan los asuntos a negociar en el ámbito del diálogo social. No obstante, es de suponer que se ampliará el abanico a medida que avancen las negociaciones.
Según Trabajo, el borrador se basa en los “puntos de encuentro” que se alcanzaron a principios de marzo de 2020, antes del primer estado de alarma.
En cambio, fuentes del diálogo social, consideran la propuesta como un órdago de Yolanda Díaz a Nadia Calviño.
Precisamente, la vicepresidente segunda defiende el despliegue de reformas “de futuro” y tratar de encontrar acuerdo con patronal y sindicatos. Todo ello mediante propuestas “equilibradas”.
Son las de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, o las de Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. El primero alerta de que no es momento para hacer más rígido el mercado laboral. El segundo aboga por “mirar hacia adelante” para reducir el desempleo y la temporalidad.
Es en esa línea en la que se encuentra la posición de Calviño, que, a su vez, recogen los compromisos adquiridos con la Unión Europea. Es decir, tratar cambios en la negociación colectiva y reducir la temporalidad mediante varias fórmulas.
El caso es que tres de las 17 reformas en materia laboral ya están en marcha. En cambio, antes del 30 de abril, el Gobierno tiene que remitir a Bruselas todo el plan y, por el momento, sobre la mesa del diálogo social solo hay dos.
Para colmo, una de las condiciones del Ejecutivo comunitario es que toda reforma tiene que ser pactada por todas las partes con el fin de que perduren. Y en eso están Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
Todo mi apoyo a Yolanda Díaz. Cada vez perdemos más derechos los trabajadores. La CEOE ya sabemos que van a sacar tajada. Cuanto más grande mejor