Mujer, desigualdad y Covid-19

Mujer, desigualdad y Covid-19

La mujer sufre también la desigualdad en el combate, el riesgo y las consecuencias del coronavirus. Es verdad que mueren más hombres, pero el riesgo es de las mujeres.

Son muchos los artículos que señalan que la tasa de letalidad del coronavirus es mayor en hombres que en mujeres. Pero este aserto esconde una verdad como un templo: la mujer está más expuesta, asume más riesgos y profundiza en la desigualdad desde que el Covid-19 ha llegado a nuestras vidas.

Nueve de cada diez fotos de sanitarios cuidando a enfermos de coronavirus son mujeres. Aquí y en todos lados. No en vano, el Consejo de Estado de China dice que el 90% de las trabajadoras de la salud del Estado de Hubei son mujeres.

Pero, las consecuencias son peores cuando observamos que su situación les hace más vulnerables en una buena parte de nuestra sociedad. Comencemos por la situación más grave.

La mujer maltratada lo es ahora, encarcelada junto a su carcelero, que antes. La que sufre maltrato vive en estos momentos en una cárcel indeseada, sin posibilidad de respirar, viviendo, conviviendo, sufriendo a todas horas con su carcelero. Recordemos que sesenta mujeres al año, al menos, son víctimas de asesinatos machistas en nuestro país.

Las olvidadas, las más de dos millones de prostitutas que hay en Europa, cuarenta millones al menos en el mundo, esclavas sexuales. Leo las noticias sobre cómo los servicios score se han multiplicado en el confinamiento. Esclavas que son llevadas a la muerte y propagan la muerte.

Casi todo desfavorece a la mujer

La desigualdad preexistente las hace, además, mucho más vulnerables. Algunos diputados de la derecha insisten que, si bien persiste algún tipo de desigualdad, ésta se ha reducido significativamente en los últimos decenios. De hecho, si sigue esto así, dentro de 170 años se logrará la plena igualdad de hecho entre hombres y mujeres. ¡Ciento setenta años!

De momento la tasa de paro de la mujer es tres puntos superior a la de los hombres. De momento en España hay dos millones de mujeres trabajando a tiempo parcial frente a 760.000 hombres.

El Covid-19 impacta, como es obvio, en las clases menos favorecidas. Reduce hasta lo insostenible las rentas de los que menos tienen. Por eso es preceptivo recordar que la tasa de riesgo de pobreza es del 27% en las mujeres y del 23% en los hombres.

Ahora estamos toda la familia en casa. Ahora es cuando se nota que, en situación supuestamente normal, el 77% de las mujeres realizan tareas domésticas, frente al 33% de los hombres.

Se dirá que al menos a partir de familias de renta medias altas la desigualdad se ha reducido significativamente. En el IBEX hay algo más de cien consejeras frente a más de cuatrocientos hombres.

Y tienen el valor de echarle el grave contagio en Madrid a la manifestación del 8M. ¿Y los miles de partidos de fútbol?, ¿y los miles de partidos de baloncesto?, ¿y el mitin de Vistalegre?, ¿y los cines?, ¿y los teatros?, ¿y los bares?

No es verdad que el hombre sufra más que la mujer el Covid-19. El coronavirus sabe también de desigualdad.

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