Con la muerte del gran poeta José Manuel Caballero Bonald a los 94 años de edad desaparece el último exponente de la Generación del 50. Nacido el 11 de noviembre de 1926 en Jerez de la Frontera (Cádiz), su vida poética transcurrió entre la utilización cuidadosa del lenguaje y el barroquismo que caracterizó su obra.
Practicó la poesía, la novela y el ensayo, además de convertirse en un reconocido flamencólogo. También dedicó su vida al estudio y disección científica de la literatura y la prosa.
De padre cubano, un republicano del Partido Reformista, y madre de ascendencia aristocrática francesa, estudió Filosofía y Letras en Sevilla. No sólo eso, sino que también cursó náutica y astronomía, en Cádiz.
Además, su vida y carrera transcurrieron entre España y Latinoamérica, especialmente en Colombia, siendo profesor universitario en Bogotá. Fue allí donde escribió su primera novela, Dos días de septiembre, que ganó el Premio Biblioteca Breve en 1961.
Sin embargo, no fue éste su primer galardón. Ya en 1952 obtuvo un accésit del Premio Adonáis por su primer poemario, Las adivinaciones, y dos años antes había ganado el Platero de poesía.
Caballero Bonald fue galardonado con el Premio Cervantes
Numerosos galardones y distinciones jalonan su vida. De hecho, en 2012 le otorgaron el Premio Cervantes. También fue nombrado Hijo Predilecto de Andalucía, Hijo Predilecto de la provincia de Cádiz, fue Premio Boscán y Premio Nacional de Poesía.
Al margen de ello, colaboró en España en el proyecto del Instituto de Lexicografía de la Real Academia Española. Además fue miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española.
Ya en 1986 se inauguró un instituto con su nombre, y en 1998 se constituyó la Fundación Caballero Bonald, sita en su ciudad natal. Su objetivo es la divulgación y promoción de la cultura y la literatura.
Para ello, apoyan la creación literaria y artística, así como conservan y difunden la obra de Caballero Bonald.