Muere Franco Battiato, el cantante de los horizontes perdidos

Muere Franco Battiato, el cantante de los horizontes perdidos

Franco Battiato, que revolucionó la música italiana en los años 70 y 80, ha fallecido en su castillo en Milo (Sicilia) tras años luchando contra el Alzheimer. Tenía 76 años de edad.

Nacido en Riposto (provincia de Catania, en Sicilia) en marzo de 1945, se trasladó en la primera mitad de los años 69, a Milán junto a su madre después de fallecer su padre. Su objetivo era desarrollar su pasión: la música.

Cantautor, versátil, romántico, fue capaz de fusionar múltiples estilos y vertientes musicales. Desde el pop, el rock progresivo, el folclore, Battiato era un cantante y compositor disruptivo que terminó encandilando a un público poco habituado a las disonancias y las extravagancias.

Y es que, como genio que era, también se caracterizaba por su talante extravagante. De estética siempre vanguardista, su intuición y su poco apego a lo técnico llevaron a la música italiana a cotas insospechadas en esos primeros años de su carrera profesional.

Practicó la música clásica, rompiendo moldes y siempre investigando nuevos sonidos y fusiones musicales. Tal es así que probó desde la música étnica, pasando por la electrónica o la ópera.

La década de los 80 fueron los años dorados de Battiato

Los años 80 fueron los de su despegue internacional. En España rompió toda estética posible con su Centro di gravità permanente, de La voce del Padrone, su mayor éxito discográfico. Este fue el primer álbum de larga duración que superó el millón de copias vendidas en Italia.

Tras su salto a la fama, terminó de catapultarse representando al país transalpino en el Festival de Eurovisión de 1984 en Luxemburgo. Actuó junto a Alice (Carla Bissi) interpretando Los trenes de Tozeur y obteniendo un meritorio quinto puesto.

Sólo un año antes había lanzado Orizzonti perduti tras su regreso a los estudios de grabación. Su producción musical es ingente, con más de 50 álbumes publicados a lo largo de su carrera musical.

Sin embargo, no sólo se dedicó a investigar en el mundo de la música. Escribió guiones, dirigió películas, pintaba e incluso hizo sus pruebas en el mundo de la realización televisiva.

Toda Italia llora la muerte de Battiato, el Maestro de Catania. “Nos dejó un Maestro. Uno de los más grandes compositores italianos. Único, inimitable siempre buscando nuevas expresiones artísticas. Deja un legado perenne”, ha resumido Dario Franceschini, ministro de Cultura italiano, al conocer la noticia de su fallecimiento.

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