Se esperaba que el Kremlin cerrara el espacio aéreo ruso como medida recíproca a la adoptada por varios países, entre ellos todos los miembros de la UE.
Así, el cierre del espacio aéreo ruso afecta a un total de 36 países, Alemania, Francia, Italia y España entre ellos.
Por tanto, las aerolíneas de los estados afectados no podrán sobrevolar Rusia, por lo que deberán buscar rutas alternativas.
Lo deja claro un comunicado de la Agencia Federal de Transporte Aéreo. “De conformidad con las normas del Derecho Internacional, como respuesta a la prohibición de los estados europeos de vuelos de aeronaves civiles operadas por compañías aéreas rusas o registradas en Rusia, se han introducido restricciones a los vuelos de compañías aéreas de 36 estados”.
Los países afectados son: Albania, Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Gibraltar, Hungría, Irlanda, Islandia e Italia. Asimismo, Letonia, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Rumanía, Suecia.
Podrán volar en espacio aéreo ruso si tienen un permiso especial
En consecuencia, los vuelos operados desde estos estados sólo podrán sobrevolar espacio aéreo ruso si disponen de una autorización especial. La citada Agencia Federal de Transporte Aéreo y el Ministerio de Exteriores de Rusia son los que emiten este permiso.
Por otra parte, Aeroflot, la mayor compañía aérea rusa, ha suspendido todos los vuelos que atraviesan Europa. También ha anunciado la suspensión, “hasta nuevo aviso”, de vuelos en rutas europeas.
Es la consecuencia inmediata de la medida adoptada por la Unión Europea este domingo para los aviones rusos.
En lo que se refiere a Canadá, el Gobierno canadiense decidió adoptar idéntica medida que la Comisión Europea.
Además, ha denunciado que un avión de Aeroflot ha violado este lunes la prohibición, ya que ha sobrevolado el espacio aéreo de Canadá.
La sanción de cerrar el cielo del espacio del bloque comunitario se trata de una de las más duras y sin precedentes entre las adoptadas por la UE.